China desarrolla aviones furtivos de mediano y largo alcance que serían capaces de atacar amenazas tanto regionales como mundiales, según un nuevo informe.
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Aparte de Estados Unidos, China es la única nación de la que se sabe que ha desarrollado exitosamente un avión caza furtivo. La superpotencia asiática en 2017 lanzó al servicio activo sus cazas J-20, y ahora el país trabaja en expandir su arsenal.
“La tecnología furtiva sigue teniendo un papel clave en el desarrollo de estos bombarderos nuevos, los cuales probablemente no alcancen su capacidad operacional inicial antes de 2025”, dice un informe de la Agencia de Inteligencia de la Defensa (DIA) de Estados Unidos, según Air Force Times.
Los aviones a reacción están siendo desarrollados con la capacidad “de atacar objetivos regionales y mundiales”, según el texto.
“Estos nuevos bombarderos tendrán capacidades adicionales, con mejoras de amplio espectro en comparación con las flotas actuales de bombarderos operacionales, y empleará muchas tecnologías de cazas de quinta generación en su diseño”, continua el reporte.
La noticia se da cuando se mantienen altas las tensiones entre China y Estados Unidos por supuestas tensiones por espionaje y comercio.
La semana pasada, el gobierno chino hizo púbico un video del lanzamiento exitoso de un misil balístico de mediano alcance, el cual supuestamente tiene un alcance que le permite atacar el territorio estadounidense de Guam desde la China continental.
Beijing quiere demostrar que “puede poner en riesgo activos estratégicos de Estados Unidos, como portaaviones y bases”, dijo Adam Ni, un sinólogo de la Universidad Macquarie de Australia, le dijo al South China Morning Post después de que se hizo circular el video.
El presidente Donald Trump el año pasado anunció una guerra comercial que golpeó con tarifas a los miles de millones de dólares en importaciones chinas. Beijing respondió con tasas similares en represalia.
Aun cuando las negociaciones para resolver la disputa parecen estar avanzando hacia una resolución positiva, el gobierno estadounidense también ha tomado acciones en otros frentes.
Las agencias de inteligencia y los legisladores han expresado su preocupación por compañías chinas de tecnología como ZTE y Huawei. Los analistas advirtieron que el gobierno comunista del presidente chino Xi Jinping podría usar los dispositivos chinos y sus redes con propósitos de espionaje.
Mientras tanto, las tensiones se mantienen altas en el mar de la China Meridional, el cual China reclama como su territorio.
Gran parte de la comunidad internacional disputa este reclamo, y Estados Unidos ha respondido mediante enviar navíos y aviones militares en las cercanías para patrullar la vía navegable contenciosa.
“Si los buques de guerra de Estados Unidos irrumpen de nuevo en aguas chinas, sugiero que se envíen dos buques de guerra: uno para detener lo y otro para embestirlo”, dijo en diciembre Dai Xu, un alto coronel chino.
Según Air Force Times, que los militares chinos estén desarrollando un avión caza de mediano alcance con misiles de largo alcance podría darle a esa nación una ventaja sobre Estados Unidos en el dominio regional.
Sugirió que Beijing “tal vez descifró el código de cómo dominar los cielos del Pacífico, mientras Estados Unidos dedica dinero a cazas de corto alcance como el F-35 o en bombarderos de largo alcance como el B-21”.
Por su parte, China ha menospreciado el que Estados Unidos caracterice sus acciones como una amenaza. Hua Chunying, un portavoz del Ministerio del Exterior de China, dijo en enero que los sentimientos sinófobos habían alcanzado un grado de “histeria” en Estados Unidos.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek