En investigaciones recientes, científicos vinculan el limo de la regadera con una enfermedad pulmonar.
Científicos han vinculado una enfermedad pulmonar con el grupo de gérmenes más común que habita en la regadera de un hogar promedio. La biopelícula en las regaderas de metal tiene más probabilidades de contener micobacterias que aquellas con unidades de plástico, según los autores de un estudio publicado en MBio.
Inhalar los aerosoles de un tipo específico de micobacterias puede provocar infección por micobacterias no tuberculosas (MNT). la mayoría de la gente no se enferma si inhala micobacterias. Sin embargo, si los organismos atacan los pulmones, pueden propiciar inflamación. Si no se trata, puede ocurrir una infección pulmonar crónica, que presenta tos, falta de aliento, pérdida de peso y cansancio. El tratamiento puede incluir el tomar antibióticos por lo menos durante 12 meses.
En Estados Unidos, más de 80,000 personas tienen MNT, y en su mayoría son adultos mayores, según la Asociación Americana del Pulmón.
Los autores de la investigación advirtieron que las infecciones por MNT eran “reconocidas cada vez más como una amenaza a la salud pública”, ya que pueden ser difíciles de tratar, y los índices estaban en aumento en Estados Unidos y otros países desarrollados.
Se hallaron los “focos” de micobacterias donde las infecciones por MNT eran más comunes, según descubrieron los autores. Investigaciones anteriores mostraban que la enfermedad es más prevalente en Hawái, el sur de California, Florida y Nueva York.
El Dr. Noah Fierer, autor del estudio, miembro del Instituto de Cooperación para la Investigación de Ciencias Medioambientales (CIRES) y profesor de ecología y biología evolucionaria en la Universidad de Colorado, campus Boulder, declaró: “Hay un fascinante mundo microbiano desarrollándose en tu regadera, y podrías estar expuesto cada vez que te bañas.
“La mayoría de estos microbios es inocua, pero unos cuantos no lo son, y este tipo de investigación nos ayuda a entender cómo nuestras acciones —desde los tipos de sistemas de tratamiento de aguas que usamos hasta los materiales en nuestras cañerías— pueden cambiar la conformación de esas comunidades microbianas”, señaló Fierer.
Para llevar a cabo el estudio, científicos de la Universidad de Colorado, campus Boulder, y del CIRES analizaron muestras tomadas de 656 duchas domésticas de todo Estados Unidos, así como de 13 países de Europa.
El equipo secuenció el ADN de la biopelícula y precisó cuáles y cuántas formas de bacterias vivían en las duchas.
Las micobacterias se hallaron más comúnmente en Estados Unidos. Esto probablemente se deba a que los desinfectantes basados en cloro —al que las micobacterias son más resistentes que otras bacterias— se usan con más amplitud allí que en Europa, según pensaron los autores.
Los baños que recibían agua del sistema municipal en vez de un pozo eran más proclives a los gérmenes.
Las duchas de plástico contienen químicos que permiten el crecimiento de un rango más amplio de bacterias en comparación con las duchas de metal, lo cual significa que las micobacterias tal vez no sean capaces de dominar el ecosistema, según conjeturaron los autores. Esto podría explicar por qué se hallan más micobacterias en las duchas de metal, según afirmaron los autores.
Matt Gebert, autor principal del estudio e investigador del CIRES, dijo: “Es importante entender las rutas de la exposición a micobacterias, en especial en el hogar. Podemos aprender mucho al estudiar la biopelícula que se acumula dentro de tu ducha, y la química del agua asociada”.
La investigación fue la más reciente en examinar los gérmenes microscópicos que habitan en las superficies a nuestro alrededor. Otro estudio reciente, por ejemplo, publicado en la revista BMC Infectious Diseases, reveló que las charolas de plástico usadas durante las revisiones de seguridad eran los lugares más sucios de un aeropuerto.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek