Ante el aumento en casos de feminicidios en Nuevo León, y el país en general, y con la intención de reducir la incidencia de este delito, el gobernador del estado, Jaime Rodríguez, el “Bronco”, ha vuelto a proponer aplicar la pena de muerte a feminicidas.
El “Bronco” indicó en una entrevista publicada por el periódico Excélsior que, a pesar de que ha realizado esta propuesta para los casos de feminicidio en otras ocasiones, no ha sido escuchado debido al miedo que implica la decisión, y agregó que la medida debe estar acompañada de educación estricta por los padres.
Según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, de enero a agosto de este año, en Nuevo León se cometieron 43 feminicidios, 13 de ellos con arma de fuego, mientras que, a nivel nacional, se registraron 538 feminicidios, por lo que el estado concentra el 8% del total de delitos de este tipo.
El Artículo 22 de la Constitución prohíbe la pena de muerte, así como la mutilación, la tortura, la confiscación de bienes o la infamia como castigos para cualquier delito. En México, la última ejecución civil se realizó en Hermosillo en 1957, por el delito de violación y homicidio de dos niñas sonorenses.
El primer estado en abolir la pena de muerte fue Michoacán, en 1924, y Nuevo León estuvo entre los últimos estados en suprimirla, ya que lo hizo hasta el 15 de junio de 1968.