La 73ª sesión de la Asamblea General de Naciones Unidas se inició oficialmente el jueves, con altos diplomáticos y líderes de gobierno de todas partes del mundo convergiendo en Nueva York. El tema del debate general será “Hacer a Naciones Unidas relevante para todas las personas: Liderazgo mundial y responsabilidades compartidas para sociedades pacíficas, equitativas y sustentables”.
Aun cuando el presupuesto de varios miles de millones de dólares de Naciones Unidas para mantener la paz actualmente tiene vigencia hasta el próximo verano, el presidente Donald Trump ha presionado para reducir costos. El año pasado, a través de acciones de la Casa Blanca, el presupuesto se redujo en aproximadamente $600 millones. Vigente del 1 de junio de 2018 al 30 de junio de 2019, el presupuesto actualmente se ubica en $6,700 millones de dólares. Estados Unidos, que es la economía más grande del mundo, es por mucho el contribuyente más grande, dando más del doble que el siguiente donante más grande, China.
Para el año fiscal 2018-2019, Estados Unidos contribuirá 28.47 por ciento ($1,900 millones de dólares) del presupuesto del organismo. China lo sigue muy atrás, contribuyendo solo 10.25 por ciento ($687.7 millones de dólares). Japón sigue a China con poco menos del 10 por ciento, luego Alemania, Francia y el Reino Unido, todos ellos con alrededor del 6 por ciento. Rusia, Italia, Canadá y España completan los diez principales contribuyentes, respectivamente.
“Cada estado miembro [de la ONU] está obligado legalmente a pagar su parte respectiva para mantener la paz”, según el sitio web de Mantenimiento de la Paz de la ONU. La contribución de cada país se decide mediante “una escala especial de valoraciones bajo una fórmula compleja que establecieron los mimos estados miembros”. A los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU (Estados Unidos, el Reino Unido, Francia, China y Rusia) se les exige que contribuyan una cantidad más grande, ya que tienen responsabilidades más grandes en el monitoreo y aseguramiento internacional de la paz y seguridad.
Aun cuando las naciones más ricas y más desarrolladas contribuyen grandes cantidades de dinero para las acciones de mantenimiento de la paz, muchas naciones en desarrollo mandan cantidades más grandes de soldados. Según un informe de febrero publicado por la BBC, Etiopía y Bangladesh son los dos principales proveedores de soldados (con alrededor de 8,500 y 7,200, respectivamente) enviados a todas partes del mundo en misiones para mantener la paz. India, que tiene una de las economías más grandes del mundo pero también una gran disparidad entre grupos económicos, es el tercer contribuyente más grande de soldados. Ruanda, Pakistán, Nepal, Egipto, Senegal, Indonesia y Ghana son las otras siete naciones entre las 10 principales, todas ellas enviando miles de soldados para las acciones de paz.
En general, el presupuesto para mantener la paz en realidad disminuyó antes de que Trump asumiera el cargo. Entre 2015 y 2016, se ubicó en $8,300 millones de dólares. Luego cayó a $7,870 millones de dólares de 2016 a 2017, un presupuesto adjudicado según los términos del ex presidente Barack Obama. Durante el año fiscal más reciente, cayó todavía más a $7,300 millones de dólares y ahora está por debajo de los $7,000 millones de dólares para el año en curso.
Un informe de la Asociación de las Naciones Unidas del Reino Unido de julio de 2017 subrayó algunas preocupaciones con respecto a la disminución del presupuesto, advirtiendo que algunos de los recortes “podrían poner en riesgo a los civiles”, en especial en varias naciones africanas. El informe también reiteró que el presupuesto se redujo en gran medida a instancias de Estados Unidos.
“El problema que tiene la Asamblea General es que hay pocos lugares dentro del Mantenimiento de la Paz donde se puedan hacer los recortes con seguridad. Recortar las misiones más pequeñas no ahorra muchísimo dinero, y recortar las misiones más grandes es muy peligroso”, explicó el reporte.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek