Muchos estadounidenses han expresado su descontento por el trabajo que el Presidente estadounidense Donald Trump ha hecho en la Casa Blanca. Las encuestas que miden el índice de aprobación del magnate han mostrado una caída reciente, y al compararlos con el lugar que han ocupado otros presidentes en el mismo momento de su presidencia, los índices de Trump se encuentran en un mínimo histórico.
Este miércoles, un rastreador del sitio web especializado en datos FiveThirtyEight estableció el índice promedio de aprobación de Trump en 40.4 por ciento, tras ponderar las encuestas en cuanto a su calidad, actualidad, tamaño de la muestra e inclinación partidista.
Esto está lejos del punto más bajo alcanzado por Trump, quien ha llegado a caer hasta alrededor de 35 por ciento. Sin embargo, sigue siendo mucho más bajo en comparación con los índices de sus predecesores.
En el día 607, que es donde Trump se encuentra ahora, ningún presidente en la historia de las encuestas modernas (que llegan hasta el período del Presidente Harry Truman) había tenido un índice de aprobación tan bajo como el 40.4 por ciento de Trump, de acuerdo con FiveThirtyEight.
Los expresidentes Bill Clinton, con un índice de aprobación de 41.3 por ciento, y Ronald Reagan, con 42 por ciento, son los que han estado más cerca de igualar la marca de Trump de 40.4. El expresidente Barack Obama logró un índice de aprobación de 45.7 por ciento en el día 607, según FiveThirtyEight.
Al inicio del verano, la popularidad de Trump aparentemente estaba al alza, elevándose hasta cerca de 45 por ciento. Sin embargo, desde entonces, ha decaído lentamente. Por ejemplo, en la encuesta más reciente de Gallup, el índice de aprobación de Trump es de 38 por ciento.
La Casa Blanca de Trump ha estado definida en gran medida por la agitación y el dramatismo. La antigua estrella de “reality shows” dedica gran parte de su tiempo a arremeter contra quienes considera sus enemigos. En una reciente entrevista con Hill.TV, Trump lanzó su más reciente ataque contra el Procurador General Jeff Sessions. El multimillonario, que desde hace tiempo ha expresado su ira ante la decisión de Sessions de abstenerse de participar en la investigación sobre Rusia, dijo que sentía como si no tuviera un Procurador General. Trump dijo incluso que Sessions parecía “confundido y aturdido” durante su audiencia de confirmación.
“Lo hizo muy mal”, dijo Trump. “Y las personas que trabajaron con él, ya saben, por un largo tiempo en el Senado, no se portaban bien con él, pero él daba respuestas muy confusas. Respuestas que debieron ser dadas fácilmente. Y esa época fue muy difícil para él”.
—
Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek