Cuando el novelista victoriano Bram Stoker escribió Drácula, probablemente no se imaginó que más de un siglo después la idea de usar sangre humana para rejuvenecer sería un tópico de investigación científica seria.
Pero inyectarles sangre joven a cuerpos viejos para mantener a raya el envejecimiento es una solución que los científicos plantearon recientemente en la revista Nature, en un artículo que busca resolver los problemas que surgen de una población mundial envejecida y abrumada por enfermedades.
La profesora Linda Partridge, del Instituto de Envejecimiento Saludable del Colegio Universitario de Londres, dijo a The Times que aun cuando los científicos no están más cerca de ayudarnos a vivir por toda la eternidad, aumentar el periodo de salud -o la cantidad de tiempo que podemos vivir sin enfermedades- podría extenderse grandemente en el futuro no tan distante.
“Ha habido toda esta investigación fantástica en animales. Es una locura”, dijo ella. “En verdad estamos empezando a entender cuán maleable es el envejecimiento. Ahora necesitamos trabajar para pasar esto a los humanos”.
Como se puede acceder a nuestro sistema sanguíneo con facilidad, esto hace de la “manipulación terapéutica un enfoque especialmente atractivo, pero se necesita una investigación en animales para establecer las consecuencias a largo plazo y los posibles efectos secundarios”, escribieron los autores. Un ejemplo citado por los autores fue un estudio de 2017 publicado en Nature, el cual exploraba cómo el plasma humano del cordón umbilical parecía revitalizar la función del hipocampo —la parte del cerebro a cargo de la memoria espacial y episódica— en ratones.
Y un estudio diferente de 2014 publicado en la revista Nature Medicine, halló que cuando ratones de 3 y 18 meses fueron unidos para que pudieran compartir su sangre, en el último se vieron señales de que se invirtió el envejecimiento. El equipo halló que las conexiones neurales en el cerebro se hicieron más fuertes.
En otra investigación, publicada en la revista Cell en marzo de 2018, los científicos identificaron una molécula que parecía reiniciar el flujo sanguíneo en ratones viejos. El Dr. David Sinclair, autor principal del estudio y codirector del Centro Paul F. Glenn para la Biología del Envejecimiento en la Escuela de Medicina de Harvard, le dijo a Time: “La pérdida del flujo sanguíneo parece ser una de las primeras cosas que llevan a enfermedades por envejecimiento. Cuando órganos como el cerebro y los músculos pierden su perfusión [sanguínea], ya no pueden funcionar con eficacia”.
Aun así, recoger un galón de sangre joven en la farmacia está lejos de convertirse en un lugar común. Partridge dijo que se necesita más investigación para determinar si los mismos efectos que se ven en animales pueden ser duplicados en humanos.
Pero empresas como Ambrosia, una compañía incipiente que vende plasma sanguíneo adolescente por $8,000 dólares a clientes viejos, ya parecen estar convencidas de lo que se conoce como parabiosis. Peter Thiel, el multimillonario empresario tecnológico, es una de las figuras de alto perfil quienes han expresado públicamente su interés en los poderes potenciales de la sangre como un elíxir de juventud. En una entrevista de 2016 con Inc., él dijo: “Estoy investigando esta cosa de la parabiosis, la cual pienso que es en verdad interesante”.
Sin importar qué tanto queramos una solución rápida, por ahora debemos apegarnos a los cambios en el estilo de vida que ya sabemos que retrasarán el envejecimiento, aunque no queramos oírlo, advirtió Partridge.
Ella dijo: “Sabemos que hay cambios en el estilo de vida que podemos hacer con facilidad: dejar de fumar, no comer demasiado, hacer mucho ejercicio, -pero- no todos tienen la fuerza de voluntad para llevarlos a cabo”.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek