Durante la final entre Francia y Croacia cuatro personas ingresaron a la cancha del Estadio Luzhniki de Moscú, interrumpiendo el partido unos minutos, en el que los franceses de coronaron campeones del mundo.
El grupo de activistas y músicos Pussy Riot se atribuyó la invasión a la cancha de las cuatro personas vestidas con lo que parecía un viejo uniforme de policía.
La acción llamada “Policía entra al juego” fue en honor a la muerte – hace 11 años – del poeta ruso Dmitriy Prigow, quien creó la imagen de un policía portador de la nación celestial.
Una mujer, parte del grupo de invasores, chocó sus palmas con el delantero francés Mbappé en el centro del campo, antes de que personal del estadio los tacleara y sacara de la cancha.
En redes sociales, el grupo activista publicó una lista de exigencias, entre ellas que el gobierno ruso libere a los presos políticos, permitir la competencia política en Rusia, no realizar detenciones ilegales en las protestas, no fabricar acusaciones criminales, entre otros.
Cuando invaden la cancha y estás perdiendo la final del mundo… y cuando la estás ganando! #WorldCupFinal pic.twitter.com/R9sHlsRH1U
— Facundo Quiroga 🎙️ (@FacuQuiroga82) July 15, 2018
Dijeron que los intrusos representaban “policías celestes que vigilan a los hinchas del Mundial (…) y el respeto de las reglas de juego”, a diferencia de los “policías terrestres” rusos que “dispersan las manifestaciones” y “lastiman a todo el mundo”, según el grupo Pussy Riot.
La banda contestataria explicó que pretendía llamar la atención sobre el problema de los presos políticos que hay en Rusia, reclamando principalmente la liberación del director de cine ucraniano Oleg Sentsov, de 42 años, condenado por la justicia rusa por “terrorismo” y “tráfico de armas”.
Pussy Riot surgió en 2011 como un grupo de rock feminista y de protesta, que se convirtió en enemigo del presidente Vladimir Putin tras realizar una protesta punk en una catedral de Moscú, trae su mensaje a Londres con una nueva exposición.
La protesta de 2012 llevó a estas activistas a las portadas de todo el mundo y también a la cárcel: dos de ellas estuvieron dos años entre rejas, lo que les valió notoriedad y numerosos apoyos de artistas occidentales como Madonna.
“No esperábamos una pena de prisión, ni la atención, tienes que hacer las cosas y esperar a ver qué pasa”, añadió. “Todas las cosas grandes son pequeñas al principio”, dijo Maria Aliojina, integrante de Pussy Riot, en noviembre de 2017.
En un aparente intento de evitar manifestaciones frente a la prensa internacional, las autoridades rusas prohibieron las protestas en las ciudades sede hasta el 25 de julio, 10 días después de terminado el Mundial.
“La Copa del Mundo será una celebración del imperio eterno de los servicios de seguridad de Putin”, dijo Maria Alyokhina antes del inicio de la copa.
“Las personas que vengan deberían darse cuenta de que vienen a un país en el que las personas son golpeadas en las protestas, torturadas en la cárcel y en las estaciones de policía, y en el que hay muchísimos presos políticos”, añadió.