“Espero el día en que las mujeres seamos respetadas por nuestras capacidades para que podamos volver a reírnos de nuestro aspecto”.
“Si tienes intenciones ocultas, está bien, pero es mejor que tengas un buen remate, lo suficientemente bueno como para superar cualquier aversión al chiste”, dice la neoyorquina Michelle Wolf, quien llegó a los titulares en abril pasado con su muy controvertido número en el almuerzo de la Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca, en el que criticó al presidente Donald Trump, a su círculo interno, a sus hijos adultos, a los demócratas y a los republicanos. Los 20 minutos de la comediante provocaron un debate en todo Estados Unidos acerca del buen gusto, particularmente por criticar a la Secretaria de Prensa de la Casa Blanca Sarah Huckabee Sanders, entre otras cosas, por quemar hechos “para lograr una sombra perfecta en sus párpados”. Wolf fue acusada de humillar a una mujer por su aspecto. “No escucharon el chiste. Cualquier persona que piense que se trató de su apariencia física no es tan inteligente como yo creía”, dice Wolf, que estaba demasiado ocupada con el lanzamiento de su nuevo programa nocturno de Netflix, The Break With Michelle Wolf (La pausa con Michelle Wolf), como para preocuparse de las críticas. En esta serie de variedades de actualidad, el tema son los políticos y los famosos en las noticias, y hasta ahora, dice a Newsweek, “no he hecho ningún chiste sobre Trump”.
—En tu número del almuerzo de Corresponsales, bromeaste sobre el aspecto de Mitch McConnell y Chris Christie, y a nadie le importó. ¿Por qué las mujeres son intocables?
—Nos juzgan severamente con base en nuestro aspecto. Es justo burlarnos del aspecto físico de un varón porque nadie deja de elegir a una persona para un cargo público ni deja de contratar a un varón porque sea feo. Si fuera así, solo habríamos tenido unos tres presidentes. Espero ansiosamente el día en que las mujeres seamos respetadas por nuestras capacidades para que podamos volver a reírnos de nuestro aspecto.
—¿Trump ha sido bueno para la comedia?
—Depende. Algunos chistes son poco originales, todo es sobre piel color naranja y manos pequeñas. Por alguna razón, las personas piensan que eso es un chiste, pero prácticamente no lo es. Ciertamente, Trump ha sido grandioso para el negocio de las noticias por los ratings. No hay manera de que a CNN no le emocione que él sea presidente. Ver a Jeff Zucker [presidente de CNN] abrazando a Kellyanne Conway me hizo darme cuenta: Oh, todo esto es un espectáculo, y ustedes no se dan cuenta de que hay implicaciones en el mundo real, y las personas realmente salen lastimadas y sufren por esto, mientras ustedes se forran de dinero.
—No hay muchas conductoras de programas nocturnos que sean modelos de rol. ¿Quién influyó en ti?
—Siempre he admirado a Carol Burnett porque [en el inicio de su programa de televisión] dejaba que el público le hiciera preguntas. Creo que no tenía miedo y he tratado de emular eso.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek