Morgan Freeman ofreció disculpas este jueves tras las acusaciones de acoso sexual en su contra, sin embargo, las acusaciones ya tuvieron sus primeras consecuencias: algunas marcas a las que prestaba su voz empezaron a retirar sus anuncios.
La cadena CNN reveló este jueves un reportaje basado en 16 testimonios anónimos –ocho de ellos de supuestas víctimas- que describieron la perturbadora conducta del aclamado actor en el set de filmación y en viajes promocionales.
“Cualquiera que me conoce o ha trabajado conmigo sabe que no soy alguien que intencionalmente ofendería o haría sentir incómodo”, señaló Freeman, que cumple 81 años la semana que viene, en un comunicado.
“Me disculpo con cualquiera que se haya sentido incómoda, nunca fue mi intención”, dijo el ganador del Óscar por “Golpes del destino” y merecedor de otras cuatro nominaciones.
La voz de Freeman ha aparecido en una gran cantidad de anuncios, incluyendo uno creado especialmente para la campaña presidencial de Hillary Clinton en 2016.
Desde octubre, cuando estalló el escándalo de abuso sexual en Hollywood con las impresionantes acusaciones de acoso y violación contra el productor Harvey Weinstein – quien fue detenido este viernes y debió pagar una fianza para quedar en libertad-, otras figuras públicas han sido blanco de acusaciones alentadas por el surgimiento de movimientos como el #MeToo y Time’s Up.
Los actores Kevin Spacey, Jeffrey Tambor y Steven Seagal también fueron acusados, así como el productor Brett Ratner y el comediante Louis C.K., entre muchos otros famosos.
Qué dicen las acusaciones contra Freeman
CNN citó a una joven asistente de producción que sostuvo que fue acosada por el aclamado actor durante meses en el verano boreal de 2015, cuando trabajaba en su comedia criminal “Un golpe con estilo”.
“Se la pasaba tratando de levantarme la falda y preguntándome si tenía ropa interior”, dijo la mujer. El actor Alan Arkin “llegó decirle que parara y Morgan enfureció”, siguió.
Esta conducta, según el reporte, no se limitó a esa única película.
Citó a una integrante senior de la producción de la película “Nada es lo que parece” (2013) que decía que era regla del equipo “no vestir ninguna blusa que mostrara nuestros senos, no vestir nada que mostrara nuestro trasero” o cualquier ropa ajustada, si Freeman estaba pautado para el rodaje.
Muchas prefirieron no denunciar al actor de “Conduciendo a Miss Daisy” (1989), “Sueños de libertad” (1994), “Seven” (1995) e “Invictus” (2009) por temor a perder su trabajo, una constante en las historias de acoso y abuso en Hollywood.
Una mujer que trabajó en Revelations Entertainment, la casa productora que Freeman abrió con la productora Lori McCreary, dijo que al conocerlo la vio “de arriba a abajo” y luego le preguntó: “¿Cuál es tu opinión sobre el acoso sexual?”
“Quedé atónita”, dijo a CNN. “Dije tímidamente ‘me encanta’ con todo sarcástico como tratando de aclarar las cosas porque estaba muy confundida. Ahí se volteó y le dijo a los hombres de la producción: ‘ven chicos, así es que se hace'”.
La coautora del artículo, Chloe Melas, dijo haber sido también blanco de acoso por parte de Freeman, que una rueda de prensa sobre una película le dijo al ver su barriga de embarazada: “Me encantaría estar allí dentro”.
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Con información de Newsweek y AFP.