Una dieta rica en vegetales, frutas, nueces y pescado, como lo recomienda el gobierno de Holanda, se ha relacionado con un mayor volumen cerebral y podría preservar las habilidades de pensamiento a medida que envejecemos, afirma un nuevo estudio.
Para conocer si la dieta de una persona afecta el tamaño de su cerebro y sus capacidades cognitivas, los investigadores analizaron cuestionarios de estilo de vida aplicados a más de 4,000 adultos holandeses. A los encuestados, que tenían una edad promedio de 66 años, se les preguntó cuántos artículos de una lista de 400 habían consumido en el mes previo a la encuesta.
Los investigadores consideraron cuán saludable era la dieta de una persona de acuerdo con las pautas alimenticias holandesas. El consumo de sal, carnes rojas y procesadas, bebidas azucaradas y alcohol, verduras, frutas, productos integrales, legumbres, productos lácteos, pescado, té, grasas y aceites se utilizaron para calcular una puntuación de cero a 14. En promedio, los participantes obtuvieron siete.
Similar a la muy aclamada dieta mediterránea, la dieta recomendada por el gobierno holandés consiste en verduras, frutas, nueces, granos integrales, productos lácteos y pescado y una baja ingesta de bebidas azucaradas.
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Los participantes del estudio se sometieron a escáneres cerebrales para medir el volumen de su cerebro, así como las lesiones de la sustancia blanca y las pequeñas hemorragias cerebrales. También se observó la presión arterial, el hábito de fumar y el ejercicio de un individuo, que se cree que afectan el tamaño del cerebro.
Después de tomar en cuenta la edad, el sexo, los grados académicos, el hábito de fumar, los hábitos de ejercicio y el tamaño de la cabeza, los investigadores encontraron una asociación general entre las puntuaciones más altas de la dieta y el volumen total del cerebro.
El estudio sugirió que una dieta saludable en general, más que un grupo específico de alimentos, estaba relacionada con el tamaño del cerebro. No se encontró ningún vínculo entre la dieta y las lesiones de la sustancia blanca o pequeñas hemorragias cerebrales en la investigación publicada en Neurology.
El doctor Meike W. Vernooij, del Erasmus University Medical Center en Rotterdam y autor del estudio, dijo en un comunicado: “Existen muchas interacciones complejas que pueden ocurrir entre los diferentes componentes de los alimentos y nutrientes y de acuerdo con nuestra investigación, las personas que comieron una combinación de alimentos más saludables tenían volúmenes más grandes de tejido cerebral”.
“Las personas con mayor volumen cerebral han demostrado en otros estudios tener mejores capacidades cognitivas, por lo que las iniciativas que ayudan a mejorar la calidad de la dieta pueden ser una buena estrategia para mantener las habilidades de pensamiento en adultos mayores”.
Se necesita más investigación para probar si los alimentos específicos afectan las vías en el cerebro.
La doctora Sara Imarisio, jefa de investigación de la organización benéfica Alzheimer’s Research en el Reino Unido, dijo en un comunicado que, a pesar de que el tamaño del cerebro puede ser un indicador útil de la salud cerebral, “esta medida no nos permite sacar conclusiones firmes sobre cómo la calidad de la dieta se relaciona con el desarrollo de enfermedades como el Alzheimer o los síntomas de la demencia. Si bien este estudio observó a un gran número de personas, se basó en participantes que informaron sus hábitos alimenticios, y las personas no siempre presentan su comportamiento de forma precisa en este tipo de autoevaluación”.
Agregó que “la mejor evidencia actual sugiere que, además de una alimentación saludable, no fumar, beber solo con moderación, controlar la presión arterial y el colesterol y mantenerse activo mental y físicamente puede ayudarnos a mantener un cerebro saludable a medida que envejecemos.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek