Una madre rusa, quien dijo que el SIDA es un “mito” occidental, enfrenta cargos por homicidio imprudencial tras la muerte de su bebé VIH positivo en febrero.
Investigadores y funcionarios regionales de salud dijeron a la Agence France-Presse que iniciaron una acusación el lunes contra la mujer, quien también es VIH positivo, después de que ella rechazó el tratamiento médico para su hija de cinco meses. Funcionarios de la capital siberiana de Irkutsk dijeron que la bebé murió después de que sus pulmones “literalmente explotaron desde dentro” por los efectos prolongados de pulmonía por pneumocystis, una cepa que ataca sistemas inmunológicos débiles.
“La madre de la bebé era VIH positivo y se negó a recibir tratamiento para sí y su hija”, dijeron investigadores del Centro Anti-SIDA en Omsk, Siberia, en una declaración el lunes. “La mujer seguía diciendo, obstinadamente, que el VIH es un mito” y se negó a ser tratada por más de cinco años.
La madre, quien tiene otros dos hijos, culpó al personal del hospital y continuó afirmando que la niña murió de pulmonía común. Funcionarios de salud culparon a una teoría de conspiración, la cual niega el VIH, muy difundida en toda Rusia de que el virus que provoca el SIDA es una creación occidental. Cifras publicadas en 2017 por funcionarios de salud del gobierno ruso mostraron que más de 900,00 rusos viven con VIH, añadiendo 10 casos nuevos cada hora. Y aun cuando las muertes relacionadas con el SIDA e infecciones nuevas de VIH han disminuido mundialmente, los casos en Europa Oriental y Asia Central siguen aumentando cada año.
Alexander Petrov, un legislador a favor del Kremlin, pidió que las ONG internacionales ayuden para “acercar[se] a quienes no creen que el VIH existe” y rechazan el tratamiento, reportó la AFP en 2017. Cifras del gobierno mostraron que 80 personas murieron cada día de muertes relacionadas con el SIDA en la primera mitad de 2016.
“Antes de que construyéramos nuestro centro hace cuatro años, la gente se peleaba por la medicina en pasillos abarrotados; eran humillados, tratados como criminales”, dijo Yulia Plotnikova, médico en jefe del Centro de SIDA de Irkutsk, a The Daily Beast en diciembre de 2017. Funcionarios médicos culparon parcialmente a las “noticias falsas” de la epidemia que ha matado a más de 200,000 rusos en las últimas tres décadas.
Varios casos de alto perfil de “disidentes del VIH” en Rusia han provocado reacciones en toda la comunidad médica internacional en los últimos años. En un caso, una niña de 10 años de San Petersburgo murió en agosto de 2017 después de que su padre, un sacerdote ortodoxo ruso, se negó a darle el tratamiento para el VIH por razones religiosas. En respuesta, Olga Kovekh, una médica de Volgogrado y apodada “Doctora Muerte”, reiteró en varios canales noticiosos rusos que el VIH es “el mito más grande del siglo XX”, usado para enriquecer a las compañías farmacéuticas.
“Una meta del mito del SIDA es disminuir la población del planeta a 2,000 millones mediante establecer un control total”, dijo Kovekh a un canal noticioso ruso en 2017.
Investigadores dijeron a la AFP que la muerte de la bebé siberiana de cinco meses podría acarrearle a la madre de la niña cargos por homicidio imprudencial y hasta dos años en prisión.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek