“Sin escapatoria: Interpol presenta las pruebas de que Carlos Salinas sí mató a Colosio”. Con ese titular, una nota falsa de todoinforme.com señala que la “Interpol” ha confirmado que el expresidente Carlos Salinas de Gortari es el homicida del candidato priista, Luis Donaldo Colosio, asesinado en 1994.
La Procuraduría General de la República (PGR), que representa a Interpol en México, desmintió que exista alguna investigación que vincule al expresidente Salinas con el homicidio o que haya una indagatoria internacional.
El caso se alojó en la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delitos Federales de la PGR, en donde permanece la carpeta de investigación cerrada. La PGR dijo que ésta no sea ha abierto para nuevas diligencias.
En el año 2000 se dictaminó que en el caso Mario Aburto Martínez era el único culpable.
La información se publicó en todoinforme.com, un sitio en el que Verificado 2018 ha detectado varias noticias falsas.
Pero además, esta noticia falsa sobre el caso Colosio es un rumor que ya se había publicado. En realidad se trata de un plagio.
En 2004, esta nota falsa se publicó en voltairenet.org, cuando se conmemoraba el décimo aniversario del magnicidio. Plagium.com, una herramienta digital que califica el grado de plagio entre la nota actual y la publicada en 2004, establece que son 95% iguales.
La nota actual ha sido publicada en 335 páginas de Facebook, entre el 6 y el 15 de marzo. Al momento alcanza 19 mil 813 interacciones y 31 mil 479 vistas.
En el texto se cita, como prueba indiscutible del vínculo entre Salinas y el caso, un video de la Universidad de Guadalajara (UdeG) del que se habló públicamente hace 14 años, en el que se ve a un grupo de personas supuestamente ingresando a Colosio herido a una camioneta. Se cree que un destello pudiera ser un segundo disparo, accionado por alguien del otro lado del vehículo.
El presentador del video dice: “Detrás de la camioneta, un tipo que se ve detrás de la camioneta, un chaparro de lentes, pelón”, quien supuestamente Salinas, sin embargo, el presidente en ese momento se encontraba en Los Pinos, en la Ciudad de México, y no en Lomas taurinas, Tijuana, donde sucedió el magnicidio.
