Una veintena de países expulsaron a más 120 diplomáticos del Kremlin por el envenenamiento de un exespía en Inglaterra y Nueva Zelanda trató de sumarse a esta iniciativa expulsando a espías rusos… pero dijo que no los encontró.
Como parte de la condena internacional por el caso de Serguéi Skripal y su hija el 4 de marzo, “lanzamos verificaciones en Nueva Zelanda”, declaró la primera ministra Jacinda Ardern a la radio pública. Sin embargo, dijo que “no tenemos en nuestro país agentes de inteligencia rusos no declarados. Si los hubiera los expulsaríamos”.
“Cuando hay toda una serie de intereses internacionales (…) ¿me sorprende que Nueva Zelanda no esté en la parte alta de la lista? No”, dijo la ministra, cuyo gobierno ha condenado el ataque y apoyado la acción internacional.
De acuerdo con The Guardian, Arden dijo que “continuaba evaluando las medidas que podría tomar para apoyar a la comunidad internacional luego del ataque de Salisbury”, en Inglaterra.
Más de veinte de países, entre ellos Estados Unidos y 16 de la Unión Europea (UE), a los que se sumaron Ucrania, Canadá, Noruega, Macedonia y Australia, anunciaron el lunes la expulsión de más de un centenar de diplomáticos rusos, en solidaridad con Gran Bretaña que ya había tomada una medida similar días antes en represalia al envenenamiento de los Skripal por los que responsabiliza a Rusia, aunque el Kremlin ha negado su responsabilidad.
Nueva Zelanda, ex colonia británica y miembro del Commonwealth, organización que reúne a las antiguas colonias británicas, es un indefectible aliado de Gran Bretaña a quien le ofreció su apoyo en este caso. Pero reconoció que no podía hacer gran cosa por la ausencia de actividad de espionaje ruso en su territorio.
Nueva Zelanda pertenece al cerrado grupo de países reunidos en el “Five Eyes”, alianza de los servicios de inteligencia de Estados Unidos, Gran Bretaña, Canadá y Australia.
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Con información de AFP