Mark Conditt, el atacante de Texas que se inmoló en un enfrentamiento final con la policía, dejó una grabación detallada en su teléfono celular en la que el joven de 23 años describió las especificaciones de cada dispositivo explosivo y dio pistas sobre un motivo para su ataques mortales.
El jefe de policía de Austin, Brian Manley, dijo en una conferencia de prensa que encontraron el teléfono celular en el cuerpo de Conditt en el vehículo donde detonó su bomba final, matándose a sí mismo, mientras estaba rodeado por un equipo SWAT justo al lado de una carretera en Round Rock, al norte de Austin, el 21 de marzo.
En ese teléfono celular, la policía descubrió una grabación de 25 minutos de Conditt, que vivía a pocos kilómetros en Pflugerville, Texas. Manley dijo que esa grabación era “una confesión” sobre los bombardeos de Conditt en Austin durante marzo que dejaron a dos personas muertas e hirió a varias más.
“En esta grabación, el sospechoso describe las seis bombas que construyó con un nivel de especificidad que identificó las diferencias entre esas seis bombas”, dijo Manley a los periodistas el miércoles por la noche.
“Dijimos todo el tiempo que todos tenían similitudes, lo que hicieron en cuanto a componentes específicos, pero también hubo diferencias entre ellos, y en esta grabación identificó cuáles eran esas diferencias”.
Manley también abordó el motivo de Conditt, reconstruido a partir de pistas dejadas en la grabación, aunque advirtió que “nunca vamos a poner un [motivo] detrás de estos actos”.
“Pero lo que puedo decir después de haber escuchado esa grabación es que no menciona en absoluto algo sobre terrorismo, ni motivos de odio”, dijo Manley. “Pero en cambio, es el grito de un joven con una situación difícil, que habla sobre los desafíos en su vida personal que lo llevaron a este punto”.
Manley no dio detalles sobre esos desafíos personales.
“De acuerdo con lo que escuchamos en la grabación, él describió seis dispositivos, y hemos recuperado esos seis dispositivos”, dijo Manley y añadió: “También recuperamos el séptimo dispositivo, que es el que tenía sobre él esta mañana cuando nuestros oficiales se acercaron”.
“Todavía queremos que nuestra comunidad permanezca vigilante, como siempre debemos hacerlo, dado el día y la hora en que vivimos ahora. Pero también quiero que la comunidad sepa que él describió siete artefactos explosivos y… hemos contabilizado los dispositivos que conocemos”, añadió.
La policía identificó a Conditt como el sospechoso en las últimas horas antes de morir. Videos de circuito cerrado muestran a Conditt usando lo que parece ser una peluca rubia, aparece enviando paquetes por correo a un centro de distribución de FedEx en Austin.
El vehículo de Conditt pronto fue localizado por la policía en un hotel en Round Rock. Cuando se fue, la policía lo siguió. Después de detenerse en el costado de la Interestatal 35, un equipo SWAT se acercó y él detonó su séptima bomba mientras aún estaba en el automóvil. Los oficiales abrieron fuego pero Conditt ya estaba muerto.
—
Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek