El día 08 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Mujer. Esta fecha constituye una valiosa oportunidad para reflexionar en torno a los retos y desafíos que aún enfrenta el Estado mexicano para garantizar el acceso pleno a las mujeres de sus derechos y transformar las condiciones estructurales de desigualdad e inequidad que persisten en nuestro país.
No debe olvidarse tampoco que la situación de violencia y ataques contra la vida e integridad personal en contra de las mujeres ha alcanzado niveles alarmantes en años recientes. Los datos del INEGI evidencian que entre 2012 y 2016 se cometieron 13 mil homicidios de mujeres, es decir, un promedio de 2 mil 600 homicidios cada año. En Guanajuato, los registros de este organismo evidencian que en el mismo periodo 438 mujeres fueron privadas de la vida.
Sin duda, uno de los temas centrales en la lucha por la igualdad económica entre hombres y mujeres es el relativo a la paridad salarial; al respecto debe señalarse que de acuerdo con información de la ENOE, del total de personas ocupadas, 42% gana apenas hasta 2 salarios mínimos; al hacer la desagregación por sexo, se observa que la brecha por ingresos está a favor de los hombres con 36% que percibe hasta dos salarios mínimos frente al 50% de las mujeres que no rebasan ese nivel de ingreso.
En Guanajuato, el porcentaje de mujeres de más de 15 años que actualmente se encuentra ocupada es de 37.9% (916 541), cifra que coloca a la entidad por debajo de la media nacional que es de 38.1%. El promedio estatal de personas ocupadas que ganan menos de dos salarios mínimos por su trabajo es de 39%; es decir, el indicador se ubica por debajo de la media nacional, lo mismo ocurre con el porcentaje de hombres que perciben menos de dicho ingreso que es de 33%.
No obstante a lo anterior, el indicador para las mujeres se mantiene muy similar al nacional con 49%, y además, al analizar su evolución se encuentra que, al menos desde el primer trimestre del año 2005, el porcentaje de mujeres que recibe menos de dos salarios mínimos en el estado ha superado, en la mayoría de las ocasiones, la media nacional.
Adicionalmente, debe señalarse que las mujeres en México enfrentan graves obstáculos para ejercer sus derechos sexuales y reproductivos. Según datos de la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica del INEGI, en 2014, 98.7% de las mujeres en edad fértil conocen al menos un método anticonceptivo; 51.6% declararon ser usuarias actuales de algún tipo de método; 15.3% lo utilizaron pero actualmente ya no lo hacen y 31.8% declararon nunca haber utilizado métodos anticonceptivos.
En el estado de Guanajuato, de acuerdo con la misma encuesta, 99% de las mujeres de entre 15 y 49 años conocen al menos un método anticonceptivo. Destaca que, pese al elevado conocimiento, solo 47.3% se declaró usuaria de alguno de estos métodos, mientras que 35.5% afirmó nunca haberlos usado. Un dato que es importante precisar es que entre las mujeres usuarias de métodos anticonceptivos el 47.5% lo hace para limitar embarazos y 38.9% para espaciarlos.
Lo anterior es relevante, puesto que en nuestro país permanece una regulación penal con respecto del aborto en casi todos los estados, pues sólo en la Ciudad de México la interrupción del embarazo está permitida por voluntad de la mujer y por cualquier razón que ella decida. Cabe destacar que, en 17 estados, las Constituciones locales protegen la vida desde el momento de la concepción, entre ellos, Guanajuato.
Otro de los temas conexos a los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, es el relativo a la mortalidad materna, pues en nuestro país, éste continúa siendo una agenda pendiente para la protección plena de los derechos de las mujeres. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, entre 88% y 98% de las muertes durante el embarazo, parto y puerperio son prevenibles, lo que hace de la muerte materna un problema de derechos humanos.
Datos de la Dirección General de Epidemiología de la Secretaría de Salud muestran que al 31 de diciembre de 2017 hubo una razón de mortalidad materna calculada en 32 defunciones por cada 100 mil nacimientos y que las principales causas de defunción son hemorragia obstétrica con 24%; enfermedad hipertensiva, edema y proteinuria en el embarazo, parto y puerperio con 21.9% y aborto con 7.1%.
Destaca que de acuerdo con lo reportado por la misma fuente, Guanajuato es una las cinco entidades que notifican mayor número de defunciones por esta causa, pues de las 722 muertes registradas hasta le semana 52 del año pasado, en Guanajuato hubo 39 casos, en la Ciudad de México 41, en Veracruz 44, En Chiapas 68 y en el Estado de México 81.
Además de estas problemáticas, las mujeres en México aún son objeto de violencia en los servicios de salud obstétrica, además de que enfrentan discriminación. Las cifras de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH), 2016, evidencian que en el país 33.4% de las mujeres entre 15 y 49 años enfrentaron maltrato en su último parto. En Guanajuato este porcentaje fue de 36.2%, es decir, por arriba del promedio nacional. Además, la prevalencia de maltrato durante la atención del último parto fue de 40.2% en el ámbito urbano y de 27.6% en el rural.
Frente a este panorama, es claro que en México, y de manera particular en Guanajuato, existen brechas que deben cerrase en aras de erradicar los estereotipos, las prácticas discriminatorias, las constantes agresiones, los actos de abuso y violencia de que son víctimas las mujeres, así como las precarias condiciones que persisten en el mundo laboral y productivo.