Mientras nuestro Sol envejece, pierde masa, por lo que su atracción gravitacional se vuelve más débil. Como resultado, las órbitas de todos los planetas del sistema solar se expanden, de una forma no muy distinta a “la cintura de una persona madura que no realiza ninguna actividad física”, de acuerdo con una reciente declaración de prensa de la NASA.
Un equipo de investigadores del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), la Universidad de Maryland y el Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA ha demostrado que, conforme envejece, el Sol se comporta de acuerdo con la Teoría de la Relatividad General de Albert Einstein. ¿La clave para probar su teoría? El planeta Mercurio.
En 2015, la sonda Messenger de la NASA se estrelló contra Mercurio (de manera intencional; es así como la NASA da por terminadas las cosas en muchas ocasiones), finalizando así su misión de exploración planetaria. Sin embargo, los datos recopilados durante los siete años que estuvo activa proporcionaron a los investigadores todo lo que necesitaban para calcular los parámetros correspondientes de la relatividad general y del propio ciclo de vida del Sol. En la revista científica Nature se publicó un artículo en el que se describe esa investigación.
“Mercurio es el objeto de prueba perfecto para estos experimentos debido a que es muy sensible al efecto y a la actividad gravitacional del Sol”, dijo en una declaración de prensa el autor principal del estudio Antonio Genova, investigador del MIT que trabaja en el Centro de Vuelo Espacial de la NASA.
La famosa teoría de Einstein señala que los campos gravitacionales de objetos de gran tamaño, como el Sol, deforman el continuo espacio-tiempo, de acuerdo con Gizmodo. Dado que Mercurio es el planeta de nuestro sistema solar que se encuentra más cerca del Sol, su órbita es la más corta.
“Estamos planteando preguntas muy antiguas y muy importantes tanto en la física fundamental como en la ciencia solar mediante el uso de un enfoque de la ciencia planetaria”, señaló Erwan Mazarico, geofísico del Centro Goddard en la declaración de la NASA. “Al abordar estos problemas desde una perspectiva distinta, podemos adquirir mayor confianza en las cifras, y podemos aprender más acerca de la interacción entre el Sol y los planetas”.
Like humans, our Sun loses mass as it ages, weakening its gravitational pull. To study the dynamics of our aging star, @NASASun researchers have enlisted Mercury, the smallest, innermost planet in the solar system. See how: https://t.co/IaUqVgW9Zx pic.twitter.com/a8U55nPdsJ
— NASA (@NASA) 19 de enero de 2018
El efecto de la deformación pronosticada por Einstein afecta de manera lenta pero constante a la órbita de Mercurio. En unos cuantos miles de millones de años, podría estrellarse contra la Tierra, de acuerdo con Space.com. La precisión con la que la Ley de la Relatividad General pronostica la órbita de Mercurio, según los hallazgos de los investigadores, ha reafirmado que Einstein tenía razón. Esta podría parecer una conclusión que era de prever para toda persona que no se dedica a la física, y que realmente no está en una posición para cuestionar a Einstein, pero es importante recordar que en ciencia, casi nada es un hecho probado con toda certeza. Incluso la gravedad sigue siendo solo una teoría.
“En el estudio se demuestra cómo el hecho de realizar mediciones de los cambios en las órbitas planetarias a través del sistema solar abre la posibilidad de futuros descubrimientos sobre la naturaleza del Sol y de los planetas, y de hecho, sobre el funcionamiento básico del universo”, señaló en la declaración de la NASA la coautora Maria Zuber, vicepresidente de investigación del MIT.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation withNewsweek.