A medida que los científicos han aprendido más sobre nuestro sistema solar, se han dado cuenta de que nuestra mejor apuesta para encontrar vida en el vecindario está enterrada en océanos cubiertos de hielo. Pero esas capas de hielo los hacen difíciles de estudiar, y es por eso que la NASA está invirtiendo en tecnología de punta para comprender lo que sucede debajo de la superficie de estos lugares potencialmente habitables, como Encelado, una de las lunas de Saturno.
La NASA está desarrollando algunas de sus tecnologías más avanzadas hasta la fecha con la esperanza de descifrar los secretos de esta luna. Eso incluye una máquina recientemente anunciada llamada Submillimeter Enceladus Life Fundamentals Instrument, o SELFI. Solo hay un pequeño problema: en este momento, SELFI no tiene ninguna misión en Encelado para ser utilizada: la NASA está evaluando dos misiones orbitales propuestas para la luna helada.
Eso probablemente esté bien, ya que SELFI aún está en proceso de todos modos. La máquina representa un gran avance en lo que se conoce como dispositivos de longitud de onda submilimétrica. La longitud de onda submilimétrica es un término sofisticado para el tipo de luz que la máquina podrá captar, y es un objetivo creciente para las observaciones astronómicas, ya que se ha realizado relativamente poco trabajo en ese rango.
Los diferentes tipos de compuestos químicos producen diferentes huellas dactilares en la luz de longitud de onda submilimétrica, que SELFI podrá usar para identificar 13 ingredientes. “Moléculas como el agua y el monóxido de carbono, y otras, son como pequeñas estaciones de radio que transmiten en frecuencias muy específicas que dicen: ‘Oye, soy agua, soy monóxido de carbono'”, dijo Gordon Chin, científico de la NASA y líder del proyecto, en un comunicado de prensa. Otros productos químicos específicos incluyen amoníaco, ozono, dióxido de azufre y sal de mesa.
Los 13 ingredientes son de interés para los científicos planetarios, pero ellos están particularmente interesados en el agua, por lo que Chin y sus colegas están trabajando actualmente para hacer que SELFI sea más sensible a esa huella química específica. Esperan tenerlo todo listo para ser incorporado a la primera misión Encelado de la NASA, siempre que eso sea aprobado.
En este momento, la agencia solo se ha comprometido a enviar un orbitador al principal competidor de Encelado en cuanto a vida se refiere, la luna helada Europa de Júpiter. Esa misión está programada para lanzarse durante la década de 2020. Al igual que Encelado, Europa probablemente esconde un océano de agua debajo de una corteza congelada, aunque Europa no posee los géiseres de Encelado que ayudan a acercar el océano a la nave espacial en órbita. Es muy poco probable que la NASA apruebe una misión para aterrizar en cualquiera de las dos lunas, ya que eso correría el riesgo de contaminar un mundo habitable.
—
Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek