Científicos creen haber descubierto un enorme agujero negro cerca del centro de la Vía Láctea escondido dentro de una enorme nube de gas molecular. Con una masa estimada de alrededor de 100,000 veces la de nuestro sol, creen que podría ser un tipo especial de agujero negro que ha sido durante mucho tiempo hipotético, pero nunca oficialmente identificado.
Los agujeros negros de masa intermedia (IMBHs) son considerados el eslabón perdido en la evolución de los objetos cósmicos y podrían ayudar a explicar cómo se forman los agujeros negros supermasivos. Sin embargo, no se ha encontrado ninguna evidencia directa de un IMBH.
En un estudio publicado en Nature Astronomy, científicos liderados por Tomoharu Oka de la Universidad de Keio, Japón, anunciaron un nuevo candidato para un IMBH. Encontraron una nube molecular “peculiar”, situada cerca del centro de la Vía Láctea, que mostraba unas propiedades muy inusuales que no se veían en estructuras similares, propiedades que podrían explicarse por un “golpe gravitacional” causado por un “objeto compacto invisible con una masa de unas 105 masas solares”.
Usando simulaciones numéricas del objeto oculto, lo interpretan como un IMBH que actualmente no presenta acrecimiento de materia -la acumulación de partículas al atraer gravitacionalmente más materia. Si es un agujero negro, sería el segundo más grande en la Vía Láctea después de Sagitario A. También es el segundo candidato IMBH dentro de la Vía Láctea.
Encontrar una IMBH abriría una nueva vía de investigación en la comprensión de los agujeros negros supermasivos, agujeros negros que pueden ser miles de millones de veces la masa del sol que se sitúa en el centro de la mayoría de las galaxias masivas, incluida la Vía Láctea.
“Es ampliamente aceptado que los agujeros negros con masas de más de un millón de masas solares acechan en los centros de galaxias masivas”, escribió el equipo. “[Pero] los orígenes de tales agujeros negros supermasivos siguen siendo desconocidos.”
Una de las teorías prominentes acerca de cómo se forman los agujeros negros supermasivos es a través de IMBHs que se fusionan en el centro de las galaxias, actuando como semillas para crear sus contrapartes más grandes. Esto ayudaría a explicar cómo los agujeros negros supermasivos lograron ser tan inmensos tan rápidamente: aparecieron cuando el universo tenía sólo unos cientos de millones de años.
Los investigadores también dicen que identificar y estudiar un IMBH ampliará nuestra comprensión del universo más generalmente.
“Los estudios teóricos han predicho que entre 100 millones y mil millones de agujeros negros deberían existir en la Vía Láctea, aunque sólo 60 han sido identificados a través de observaciones hasta el momento”, continúan los autores.
“La detección adicional de estas características de alta velocidad compacta en diversos entornos puede aumentar el número de candidatos de agujero negro no luminosos y, de este modo, aumentar los blancos para buscar evidencias probatorias de la relatividad general. Esto haría una contribución considerable al progreso de la física moderna”.
Los investigadores ahora seguirán estudiando al candidato IMBH con la esperanza de confirmar su naturaleza.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek.