Emilio Lozoya Austin, quien fuera exdirector de Petróleos Mexicanos (Pemex) y uno de los hombres cercanos al presidente Enrique Peña Nieto, pasó en poco tiempo de ser reconocido entre los “líderes más influyentes de México” a ser imputado por la Procuraduría General de la República (PGR) en relación al escándalo de corrupción de la empresa brasileña Odebrecht que ha salpicado a funcionarios públicos de distintos gobiernos latinoamericanos.
Lozoya lideró a la petrolera mexicana durante la histórica apertura del sector a la inversión privada. Durante el tiempo que estuvo al frente de Pemex fue incluido en tres ocasiones en el listado de”Los 300 Líderes más Influyentes de México 2013″, de la revista Líderes Mexicanos, lo cual le valió ser felicitado en el mismo número de veces por el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), en donde se licenció como economista.
Este martes, acudió a la PGR tras ser citado en calidad de imputado. La prensa mexicana reportó que Lozoya escuchó por más de una hora y media las acusaciones en su contra, reservándose el derecho a declarar.
Tres exdirectivos de Odebrecht lo acusaron en Brasil de haber recibido sobornos por 10 millones de dólares a cambio de favorecer a la empresa en licitaciones. La información contenida en un expediente judicial brasileño fue difundida por los medios Quinto Elemento Lab y el diario brasileño O Globo, ambos citando a Luis Alberto de Meneses Weyll, exdirector de la firma en México.
“La acusación contra Lozoya refuerza el descontento contra la administración, que está impulsado por la percepción de que la corrupción es rampante”, dijo en un reporte la firma de investigación Eurasia Group.
Según el testimonio de Weyll, en marzo de 2012, en plena campaña electoral de Peña Nieto, tuvo su primer contacto con Lozoya, quien era titular de vinculación internacional del entonces candidato. Lozoya rechazó las imputaciones en Twitter al tacharlas de “una historia absolutamente falsa, dolosa e inexistente” y sostuvo que no conoce al ejecutivo de Odebrecht.
Pero en su testimonio Weyll detalla incluso un café de Ciudad de México en el que se encontró con Lozoya, quien habría recibido un primer pago de cuatro millones de dólares. “Constaté que Emilio Lozoya había alcanzado una posición destacada en el PRI (Partido Revolucionario Institucional, hoy en el poder)… cuyo candidato era favorito”, Weyll dijo a procuradores, según documentos de la investigación brasileña vistos por O Globo.
“Lozoya era uno de los líderes del comité de la campaña, razón por la cual probablemente sería una persona influyente en la administración pública”, dijo.
Ahora, la oposición reclama a la procuradora que investigue si los sobornos de Odebrecht terminaron en la campaña presidencial de Peña Nieto. De antemano, la presidencia mexicana tacha eso de “absurdo, irresponsable” y sostiene que los gastos de campaña fueron auditados en su momento sin que se encontrara irregularidad alguna.
Los otros escándalos de Lozoya
Emilio Lozoya dejó la empresa estatal en febrero de 2016 con una producción en declive y pérdidas que ascendían a más de 20,000 millones de dólares.
Un mes después de su renuncia, diputados del Partido Acción Nacional (PAN) presentaron una denuncia ante la Auditoría Superior de la Federación (ASF) en su contra por posibles actos de corrupción cometidos a la Hacienda Pública y al patrimonio de Pemex. El partido de derecha pidió en su demanda investigar la compra de cuatro aviones por más de 2 mil millones de pesos a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la renta de más de dos mil camionetas, por un total aproximado de 4 mil 800 millones de pesos.
La ASF reportó un año después en su informe de la cuenta pública de 2015, que el exdirector utilizó aeronaves oficiales para traslados personales de su casa a sus oficinas y para decenas de viajes a destinos turísticos. En promedio Lozoya gastó 174 mil pesos diarios para hacer 912 viajes a ciudades del país, playas, y también destinos en Estados Unidos. Lozoya realizó un promedio de 2 viajes diarios en helicóptero para transportarse.
La Auditoría planteó la importancia de que Pemex investigue el uso irregular que Emilio Lozoya Austin hizo de aeronaves oficiales durante su dirección en la paraestatal y en su caso aplique las sanciones correspondientes. Se desconoce si la petrolera ya investiga.
Un año antes del informe de la ASF, el diario La Jornada tuvo acceso a información clasificada de la paraestatal que daba cuenta de cómo durante los más de tres años que Emilio Lozoya Austin dirigió Pemex, la paraestatal vio triplicada la alta burocracia en sus pasillos. Las direcciones corporativas pasaron de cuatro a nueve, desde 1992, y se agregaron subdirecciones, gerencias y subgerencias de reciente creación. Esto aumentó en más de 500 las plazas de gerencia dentro de la petrolera.
Este crecimiento en la burocracia fue aceptado y devino en la adhesión de cinco direcciones generales, 24 gerencias y 50 subgerencias. No obstante, contrastó con el despido y jubilaciones anticipadas o voluntarias de 14 mil 694 trabajadores que realizó Pemex en 2015.
El escándalo de Odebrecht que ha cimbrado la política en Latinoamérica, ha puesto en la mira en México a Emilio Lozoya, y amenaza con llevarlo a juicio por corrupción, luego de que testigos del caso en juzgados brasileños lo han involucrado en la trama de sobornos millonarios.
—
(Con información de AFP)