Si un austriaco pudo llegar a la gubernatura de California, no es descabellado que un nativo de Tijuana quiera ser regidor de San Diego. Aún en la era de Trump.
Christian Ramírez, quien nació en la colonia Libertad, —muy cerca de donde hoy está la malla fronteriza— inició su campaña rumbo al cabildo sandieguino.
Va por el distrito ocho, el de mayor porcentaje de latinos en la ciudad.
“El movimiento en defensa de los derechos de los migrantes, de los fronterizos, tenía que forzosamente explorar todas las formas de lucha para resistir, ante la amenaza que significaba para nosotros un gobierno encabezado por Donald Trump”, dice Ramírez a Newsweek en Español Baja California.
Ramírez no tiene la popularidad que llevó al fisicoculturista y estrella de Hollywood, Arnold Schwarznegger a gobernar el estado dorado en 2003, pero es conocido en ambos lados de la frontera por su activismo en defensa de los derechos de los inmigrantes.
Últimamente trabajaba con “Alianza San Diego”, una organización no lucrativa que ha denunciado los abusos de las autoridades.
Este distrito tiene años dominado por políticos latinos. Aunque hay excepciones.
Fue el cargo del tristemente célebre Bob Filner, antes de que se convirtiera en congresista y luego alcalde de San Diego, de donde salió acusado de acoso sexual.
También hubo funcionarios de origen mexicano caídos en desgracia desde la regiduría. Ralph Inzunza terminó preso en 2012 por un escándalo de corrupción que incluyó a al menos a otro regidor de la autodenominada “ciudad más fina de América”.
“Ahora era el momento de defender los espacios democráticos que tenemos en este país, ya que Donald Trump significaba una latente amenaza a los residentes fronterizos”, dice Christian Ramírez.
Esta es parte de una conversación con Christian Ramírez, quien busca suceder a David Álvarez, el actual regidor que dejará el cargo en noviembre de 2018. Por ley, no puede volver a reelegirse.
La entrevista ha sido editada y modificada por cuestiones de espacio y claridad, tratando de respetar el sentido original de las respuestas.
—¿Por qué iniciar desde ahora cuando falta casi un año para la elección?
—Ahora era el momento de defender los espacios democráticos que tenemos en este país, ya que este presidente [Donald Trump] significaba una latente amenaza a los residentes fronterizos.
—¿Qué tanto puede hacer un regidor en estos temas?
—Decirle al gobierno federal y a los congresistas: “Atiendan como debe ser, las necesidades que tenemos los fronterizos”. Hay graves problemas de contaminación en este distrito. Yo radico en la parte norte del distrito octavo que es la zona de barrio Sherman y barrio Logan, donde hay altos índices de contaminación. Hemos visto el grave problema de la crisis de vivienda. No es accesible para la familias trabajadoras, hay un serio problema de personas que viven a la intemperie, es una situación muy grave. Desde el gobierno municipal, exigirle a los representante ante el congreso para que los recursos que están mal orientados a la construcción de muros, a la contratación de más agentes de la patrulla fronteriza. Que esos recursos, ese presupuesto federal sea destinado a atender las necesidades de quienes vivimos en la ciudad de San Diego y en la región fronteriza.
—Se invirtieron millones en modernizar la garita de San Ysidro, ¿no ha servido esto?
—El gobierno federal no ha sabido invertir en mejoras a la frontera más transitada del mundo. Elboulevard de San Ysidro se encuentra en condiciones deplorables. Esto es la intención de mi campaña; de re-enfocar el tema de la frontera hacia una mayor inversión en nuestra región. El problema con la expansión en el Chaparral es que desvió el flujo de usuarios de las puertas de entrada hacia una inversión privada del centro comercial que se encuentra ahí. No hubo un plan por parte de la ciudad para asegurar el motor económico histórico, elboulevardde San Ysidro. Esto ha generado una situación de crisis. Muchas de las pequeñas empresas ya han cerrado debido a esta desviación de tránsito. Se trata de asegurar que San Diego se reconozca a sí misma como una ciudad fronteriza que le ha costado mucho trabajo hacerlo. Es una ciudad que le gusta ver hacia el norte, pero que le gusta recibir los impuestos que recauda en la zona sur de San Diego. Es por eso que decidí lanzar esta campaña para luchar para que haya una distribución más equitativa del presupuesto municipal y exigirle al gobierno federal que cese la agresión en contra de los fronterizos.
Ramírez no tiene la popularidad que llevó al fisicoculturista y estrella de Hollywood, Arnold Schwarznegger a gobernar el estado dorado en 2003, pero es conocido en ambos lados de la frontera por su activismo en defensa de los derechos de los inmigrantes. FOTO: NEWSWEEK EN ESPAÑOL BAJA CALIFORNIA.
“Siempre habrá personas que van a utilizar el color de mi piel, mi apellido, mi acento como factores para desacreditarme. En esta era de globalización. En esta era de un sentimiento antiinmigrante, antifronterizo, es importante que existan personas dentro del gobierno que conozcan la realidad fronteriza”.
—¿Cómo evalúas la gestión de Álvarez?
—Álvarez hizo un trabajo digno. Intentó llevar los temas de la problemática que enfrenta el octavo distrito, pero no se pudo atender del todo.
—¿De dónde salen los recursos para tu campaña?
—Lo que hemos hecho es ir a tocar puertas. Ir con los miembros de la comunidad que conocen mi trayectoria como defensor de los derechos humanos y buscar su apoyo. Ir literalmente puerta por puerta, y decir: “Esta campaña tiene que estar financiada por gente de a pie. Gente que sabe del problema y que no ha sido escuchada por el cabildo de esta ciudad”.
—¿Existe esa discriminación por la alta concentración de latinos y se extiende a otras partes del distrito ocho?
—Indudablemente, es uno de los problemas más graves. Hay que ver nada más cómo se reparte el presupuesto de la ciudad. Si vemos a otros distritos de la ciudad de San Diego, como el distrito uno, Point Loma, o en La Jolla, ahí las calles están perfectamente pavimentadas, no existen problemas de contaminación porque no se le permite a la industria instalarse en zonas residenciales. Comunidades como Barrio Logan, lo mismo en San Ysidro, son una parte de la ciudad que aporta millones de dólares en impuestos, sobre todo por la gente que consume en San Ysidro, muchos de nuestros hermanos de Tijuana que vienen y consumen y muy poco de ese presupuesto va destinado a cosas básicas.
—¿Crees que el hecho de que hayas nacido en Tijuana, sea una desventaja ante algunos electores?, ¿Han superado esto?
—Siempre habrá personas que van a utilizar el color de mi piel, mi apellido, mi acento como factores para desacreditarme. En esta era de globalización. En esta era de un sentimiento antiinmigrante, antifronterizo, es importante que existan personas dentro del gobierno que conozcan la realidad fronteriza. Y yo encarno esa realidad. Una persona transfronteriza por completo, y esto va a ayudar a que los votantes sepan que van a encontrar en mí a una persona que tiene un conocimiento profundo de lo que es vivir en esta región. Lo que es estar un día en Tijuana y la tarde pasarla en San Diego, y viceversa. De aprender a llevar dólares y pesos en la cartera, tener un plan internacional en el teléfono. Esas situaciones que son el día a día, pero que son desconocidas por el gobierno municipal de San Diego.