Raúl Flores Hernández, alias “El Tío”, presunto narcotraficante que según el Departamento del Tesoro de Estados Unidos “mantenía alianzas estratégicas” con los cárteles de Sinaloa y el de Jalisco Nueva Generación, fue detenido el pasado 20 de julio del presente año en Zapopan, Jalisco, y trasladado al Reclusorio Sur de Ciudad de México.
Patricia Mercado, secretaria de Gobierno de la Ciudad de México, informó que Flores Hernández fue traslado al penal del Altiplano.
Elementos de la Agencia de Investigación Criminal de la Procuraduría General de la República (PGR) detuvieron a Flores Hernández quien es requerido por la Corte Federal de Distrito para el Distrito de Columbia, Estados Unidos para ser procesado por el delito de Asociación Delictuosa para distribuir cinco kilogramos o más de cocaína.
Las autoridades estadounidenses han detallado que las relaciones de “El Tío” con los cárteles de Sinaloa y Jalisco le han permitido a la organización delictiva operar desde la década de 1980, en Guadalajara, Jalisco, y Ciudad de México.
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La misma información que la PGR ha aportado a la prensa refiere que Flores Hernández ya había sido detenido en 2013, cuando había una recompensa por su captura de cinco millones de pesos y liberado un año después.
LaEmbajada de Estados Unidos en México informó ayer que la Procuraduría aseguró este miércoles diversos bienes que pertenecían a Raúl Flores Hernández y a su organización criminal, “incluyendo el Grand Casino de Guadalajara”.
El Gobierno de Estados Unidos impuso sanciones al futbolista Rafael Márquez y al cantante Julión Álvarez, a los que acusó de tener vínculos Flores, un narcotraficante poco conocido, pero muy poderoso y relacionado con los cárteles de Sinaloa y Jalisco, Raúl Flores Hernández.
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Un total de 22 mexicanos y 43 empresas fueron sancionados como resultado de una investigación que el Departamento del Tesoro y la Agencia Antidrogas (DEA) llevaron a cabo durante varios años sobre las actividades de Flores.
De acuerdo con el Tesoro, Márquez y Álvarez “tienen una relación duradera con Flores Hernández”, han actuado como testaferro de este y su organización narcotraficante y han tenido activos en beneficio de estos.
Las sanciones congelan cualquier propiedad que Márquez, Álvarez, Flores y el resto de afectados pudieran tener en Estados Unidos y prohíben a estadounidenses implicarse en transacciones financieras con ellos, pero no les someten a cargos penales.
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El Departamento del Tesoro de EE.UU. afirma que Raúl Flores Hernández mantiene alianzas estratégicas con los liderazgos del cártel de Sinaloa y el de Jalisco Nueva Generación y que no figura entre los objetivos prioritarios del Gobierno mexicano.
“Ha operado durante décadas debido a sus relaciones estrechas con otros cárteles de la droga y el uso de las personas financieras para enmascarar sus inversiones de productos de drogas ilegales”, dijo el director de la OFAC, John E. Smith.