Se avecinan tiempos cruciales para la política nacional y local, en los que el hartazgo social abre una oportunidad para candidatos y partidos políticos no tradicionales.
En ese sentido, una opción que parece cobrar fuerza es el Partido Encuentro Social (PES), que estuvo a punto de ganar la presidencia municipal de una de las ciudades más importantes de México: Tijuana.
¿Qué fórmula empleó entonces? La de un candidato “nuevo” que prometió no repetir opciones aplicadas por otros gobiernos con pobres resultados.
Existe un perfil claro sobre cómo vota el mexicano. Estudios hechos por la Cámara de Diputados posterior a las elecciones federales de 2012, sostienen que a menor educación, más probabilidad de votar por el PRI.
La consultora Mitofsky y el Instituto Nacional Electoral (INE) hallaron en encuestas de 2015, que la edad más común para votar es entre 40 y 79 años, además de los jóvenes entre 18 y 19 años, que por primera vez ejercen el voto.
Por ejemplo, en los últimos comicios federales, el 62% de los jóvenes de entre 18 y 19 años emitieron su voto, mientras que entre los 20 y 39, no se llegó al 60%. En el caso de los que tienen entre 80 y 89 años, se redujo hasta el 49.5%.
Ante esto se abre un escenario óptimo para partidos emergentes y frescos como el PES, pues su ámbito electoral en Tijuana y en Baja California, le puede permitir abrirse paso entre el electorado en función de que explote esas áreas de oportunidad por edad y nivel educativo y la tendenciamillennial.
En términos de edad tiene todo un reto, pues en Baja California la edad mediana es de 26 años, que como ya hemos señalado, está en un rango donde prevalece el abstencionismo.
El PES también se enfrentará a una población de 18 años y más, donde sólo el 23% investiga por internet para tomar decisiones.
Dicho lo anterior, en las siguientes elecciones locales de 2019, el PES puede obtener lo que se le negó en 2016.
Y es que de acuerdo a datos del Instituto Electoral Estatal de Baja California (IEEBC), la diferencia entre Julián Leyzaola y Juan Manuel Gastélum fue de solo 4,121 votos.
Sí, leyó usted bien.
Aunque sin duda se puede enfrentar a otro escenario abstencionista. Por ejemplo, en los últimos comicios en Baja California, solo un 34% de la población empadronada votó.
Un área de oportunidad que se le abre al PES para las siguientes elecciones en esta zona del país, es que el gobierno de Tijuana y de Baja California saldrán muy lastimados en cuanto a credibilidad.
Otra oportunidad que tiene el partido, es que la izquierda no tiene fuerza en el norte del país y que hay un hartazgo social.
Con ambos escenarios en mente, el PES puede introducirse como una opción distinta a las que han hecho de la región, una zona con altos índices de violencia y baja competitividad económica.
* El autor es maestro en Economía Aplicada y columnista en el periódico El Mexicano.