La mayoría opositora del Parlamento venezolano designó este viernes un tribunal supremo paralelo al actualmente en funciones, al que acusa de servir al gobierno, de Nicolás Maduro.
El presidente del Legislativo, Julio Borges, juramentó durante una sesión celebrada en una plaza pública del este de Caracas a 33 personas como magistrados del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ).
El TSJ advirtió en tanto que los parlamentarios deben ser encarcelados por este acto “nulo” y de “ánimo subversivo”. La corte reiteró que la cámara está en desacato y todas sus decisiones carecen de validez, por lo que la designación de jueces tipifica una “usurpación de funciones” y “traición a la patria”.
Borges dijo que la nueva corte forma parte del “cambio que pronto tendrá” Venezuela, con una “justicia al servicio del pueblo y no de una parcialidad política”.
El actual tribunal fue designado a fines de 2015 por la anterior mayoría chavista en el Parlamento, días antes de que la oposición tomará el control tras una victoria aplastante en las urnas.
El TSJ ha emitido decenas de fallos que anularon decisiones del Congreso y recortaron sus poderes y ha reiterado su sentencia del jueves, en la que anuló el proceso para la designación de una instancia paralela, y advirtió que los parlamentarios deben ser apresados.
“Corresponde a las autoridades competentes, civiles y militares, ejecutar las acciones de coerción pertinentes a fin de mantener la paz y la seguridad nacional (…). Para nosotros, ya deben dictarse las medidas de coerción porque es una flagrancia permanente”, declaró en rueda de prensa el presidente de la Sala Constitucional del TSJ, Juan José Mendoza.
El tribunal paralelo, del que aún se ignora dónde sesionará, hace parte de lo que la oposición denomina la “escalada definitiva” para frenar la Constituyente y poner fin al gobierno de Maduro, tras casi cuatro meses de protestas que dejan 103 muertos.
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(Con información de AFP)