Un 22 por ciento de las personas ha usado una red WiFi pública para ver contenidos para adultos, de ellos, el 44 por ciento lo ha hecho en su hotel, 33 por ciento en la casa de un amigo y 30 por ciento en su trabajo, de acuerdo con una encuesta realizada por la firma de ciberseguridad Norton.
De acuerdo con el Reporte de Riesgo WiFi 2017 elaborado por esa compañía, el 62 por ciento de las personas también considera que las redes WiFi que encuentran abiertas son seguras, tanto que nueve de cada 10 han realizado acciones riesgosas como abrir sus redes sociales, revisar su correo personal, compartir información del trabajo o incluso acceder a sus cuentas bancarias.
“Existe una enorme diferencia entre lo que la gente cree que es seguro o privado cuando utiliza una WiFi pública y la realidad”, comentó en un comunicado Nick Shaw, vicepresidente y director general de la compañía.
Shaw advirtió que “lo que algunos piensan que es privado en sus dispositivos personales en realidad es fácilmente accesible por los hackers a través de las redes WiFi inseguras, o incluso de aplicaciones con vulnerabilidades de privacidad”.
El reporte encontró que 5 de cada 10 mexicanos encuestados no sabe distinguir si la red por la que está navegando es segura, lo cual no los frena para usarla, esto a pesar de que 14 por ciento de ellos ha sido víctima de robo de identidad.
Al realizar actividades en una red pública, los internautas aseguran que lo que más les preocupa es que los hackers publiquen su información financiera, seguida de información como horarios o datos sobre sus hijos, y su historial de navegación y lugares que visitan.
El informe de Norton, explicó la firma en un comunicado, contó con más de 15,000 consumidores de 15 países de cara a conocer sus prácticas y percepciones sobre las WiFi públicas.
Otro de los resultados del informe es que el 46 por ciento de los encuestados tarda unos pocos minutos en conectarse por su cuenta a una red WiFi o en preguntar la contraseña a un amigo, a una cafetería, a un hotel o a cualquier otro lugar con conexión a internet.
Uno de cada cuatro personas, detalla el informe, logró acceder a una WiFi sin el permiso del propietario y uno de cada trece adivinó o hackeó la contraseña.