Manifestantes anticapitalistas sembraron el caos este viernes en la ciudad alemana de Hamburgo, que alberga la cumbre del G20, incendiando vehículos, lanzando bengalas contra helicópteros de la policía y bloqueando a la primera dama estadounidense, Melania Trump, en su residencia.
Cientos de activistas de izquierda radical forzaron a la esposa del presidente estadounidense, Donald Trump, a cancelar su programa.
La policía de Hamburgo tuvo que pedir refuerzos de otras partes de Alemania, mientras que la canciller alemana, Angela Merkel, tildó las manifestaciones violentas de “inaceptables”.
Merkel, anfitriona del G20, afirmó que ella entendía a los manifestantes pacíficos pero que las protestas violentas, que “ponen vidas en peligro”, son “inaceptables”.
La cumbre de Hamburgo, que empezó este viernes y continúa el sábado, ha estado marcada por los enfrentamientos violentos entre policía y manifestantes antiglobalización.
Después de que un grupo de unos 1.000 manifestantes enmascarados rechazaran dejar su rostro al descubierto, como pidieron las autoridades, la policía antidisturbios respondió con cañones de agua y con gases lacrimógenos.
Los enfrentamientos entre la policía y los manifestantes duraron horas en las calles de la segunda ciudad Alemania, dejando 111 policías heridos, según las autoridades.
En este contexto, un policía alemán lanzó un “disparo de advertencia” tras ser atacado en Hamburgo. “Un agente de policía fue atacado violentamente por varias personas (…) y disparó un tiro de advertencia”, dijo la policía en Twitter. El policía se refugió en una tienda y luego fue rescatado.
En un tuit posterior, la policía aclaró que el incidente no estaba relacionado con las manifestaciones sino con un robo callejero. “El disparo fue lanzado cuando la policía vio un robo en la calle, intervino y fue atacada por los asaltantes”, indicó.