Rusia ha advertido que ahora considerará los jets estadounidenses al oeste de Siria como “objetivos aéreos”, después de que una aeronave de la armada de EE.UU. derribó un jet del régimen sirio el lunes. Aun cuando tanto Rusia como EE.UU. están activos en la guerra civil siria, Moscú apoya al régimen de Bashar al-Assad, mientras que EE.UU. apoya a los rebeldes contrarios al régimen.
Los ministerios rusos de defensa y asuntos exteriores amenazaron con aumentar su respuesta a las acciones militares de EE.UU. en Siria después del derribo el lunes, mediante “rastrear” jets de EE.UU. y cortar los canales de comunicación con las fuerzas estadounidenses que operan en Siria. Sin embargo, los expertos en Rusia son escépticos con respecto a si Moscú tomará acciones o depende más en una retórica dura para parecer más fuerte.
Cortar el contacto
Primero, la amenaza de cortar comunicaciones no es algo nuevo. En abril, el Ministerio de Asuntos Exteriores amenazó con cerrar las líneas de comunicación establecidas en 2015 para evitar colisiones aéreas. Fue una reacción al ataque de EE.UU. contra un aeródromo sirio que supuestamente se usó para lanzar un ataque químico.
Sarah Lain, investigadora del grupo londinense de expertos Instituto Real de Servicios Unidos (RUSI, por sus siglas en inglés), dice que no es solo evidente que esa amenaza no se llevó a cabo entonces, sino que Rusia probablemente tampoco corte las comunicaciones ahora.
“Es poco probable que Rusia, en realidad, corte la línea directa para evitar choques, ya que no le beneficia hacerlo”, dice ella. “Esto no se trata solo de manejar las acciones de Rusia y sus aliados, sino también ahora de la incertidumbre más grande por las respuestas de EE.UU. a las tensiones en el conflicto”.
Según ella, durante la administración de EE.UU. anterior, Moscú se convirtió rápidamente en un importante actor militar en el conflicto sirio “con base en un cálculo de que la coalición encabezada por EE.UU. no respondería de una manera beligerante”.
Con la administración actual del Presidente Donald Trump, “a los militares de EE.UU. claramente se les ha dado el espacio para actuar más audazmente en su campaña en Siria”, dice ella. “Esto limita algo la capacidad de Rusia para moverse”.
Keir Giles, experto en las fuerzas militares rusas del grupo británico de expertos en política exterior Chatham House, enfatiza que incluso si Rusia dejara de usar la línea directa, existen otros medios de comunicación de militar a militar. Incluso si el ministerio del exterior ha cumplido su amenaza la segunda vez que se le preguntó, Giles dice que esto “no significa necesariamente que no se comuniquen para evitar choques mediante otros medios”.
La comunicación entre el Estado Mayor Conjunto de EE.UU. y el comando ruso podría continuar. Según el presidente del Estado Mayor Conjunto, general Joseph F. Dunford, los centros de operación de los dos países todavía estaban en contacto, reportó CNN.
Derribar jets de EE.UU.
La respuesta más dramática pareció provenir del Ministerio de Defensa ruso, el cual hizo públicas amenazas de una respuesta cinética contra jets de EE.UU. al oeste del Éufrates en Siria, refiriéndose a ellos como “objetivos aéreos”. La declaración estuvo a punto de trazar una línea roja sobre las circunstancias bajo las cuales los sistemas antiaéreos de Rusia en Siria dispararían contra la aviación militar de EE.UU.
“La respuesta del Ministerio de Defensa de que los sistemas rusos de defensa aérea seguirán todos los “objetos voladores” al oeste del Éufrates como objetivos indica un intento de impedir más confrontaciones mediante una demarcación territorial”, dice Lain. La amenaza vaga sin promesa de acción es una de las pocas cartas que Rusia puede jugar dadas las circunstancias.
“Ellos tienen que responder con algo inmediatamente”, dice Lain, señalando que aparte de retirarse del acuerdo para evitar choques, la segunda consecuencia más inmediata con la que pueden amenazar es insinuar el derribo de un avión de EE.UU. Aun cuando puedan amenazar con ello, “no pueden ir tan lejos como derribar un avión de EE.UU. en represalia”, dice Lain, “ya que ello no tendría ningún propósito y podría provocar una guerra subsidiaria real en Siria”.
Giles señala que la declaración del Ministerio de Defensa es cómodamente vaga sobre cómo exactamente seguirán a los jets de EE.UU.; da la apariencia de que se toman acciones, y desde la perspectiva de los medios de comunicación rusos, evita parecer débil frente a una provocación de EE.UU.
“Queda por ver que los rusos hagan algo”, dice él. “Una respuesta redactada con fuerza, incluso si… es una relativamente sin sentido, se verá bien en Rusia”, dice él.
Pero incluso allí la redacción de la respuesta no fue clara: el solo rastrear puede ser tan simple como seguir los movimientos de aeronaves de EE.UU. mediante el radar, con poca intención de disparar.
“En realidad no está claro en las declaraciones públicas rusas”, dice él. “Es difícil decir si es una política deliberadamente confusa con el fin de crear incertidumbre entre los socios de la coalición, o una falta de coordinación dentro de las fuerzas militares rusas y las autoridades civiles. Declarar que aeronaves de la coalición dentro de cierta región serán ‘rastreadas’ podría leerse como cualquier cosa, desde solo monitorear sus movimientos, lo cual Rusia hará de todas maneras, hasta medidas mucho más hostiles como seguirlas con radares de control de fuego”.
No obstante, ello no quiere decir que la negativa de Rusia a trazar una línea roja para abrir fuego signifique que su retórica es inofensiva. Giles señala que una acción vaga pero que suene valerosa encaja en el enfoque general de los militares rusos de una retórica intimidatoria, “pensada como amenazadora pero poco clara, en un intento de provocar en el adversario incertidumbre y aprensión”.
“Ya ha sido efectiva, pues Australia ha suspendido las operaciones aéreas como resultado”, dice él. “Ya sea que tengan información más específica acerca de las intenciones rusas, directamente o a través de EE.UU., o si responden simplemente a la falta de certidumbre; de cualquier manera, esto ha resultado ser una táctica efectiva para Rusia para retirar por lo menos parte de las aeronaves de la coalición de los cielos de Siria”.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek