Cuatro atentados perpetrados en los últimos tres meses han sacudido a la comunidad de Londres y han llevado a la reina Isabel II a llamar a la unidad frente a este “sombrío estado de ánimo nacional”. La última de estas agresiones ocurrió la noche del domingo cuando un hombre a bordo de una furgoneta arrolló a unos fieles que venían de una mezquita matando a uno e hiriendo a unos 10.
Un testigo, Khalid Amin, dijo a la BBC que el agresor gritaba “¡quiero matar a todos los musulmanes!”. Los hechos ocurrieron en la mezquita de Finsbury Park, en el norte de Londres.
El alcalde de Londres, Sadiq Khan, de confesión musulmana, denunció un “ataque terrorista horrible” que apuntó “deliberadamente contra londinenses inocentes, muchos de los cuales acababan de orar en este mes santo del ramadán”.
En tanto, la primera ministra británica Theresa May prometió combatir el terrorismo y el extremismo venga de donde venga. El atentado “es un recordatorio de que el terrorismo, el extremismo y el odio adoptan muchas formas y nuestra determinación a la hora de combatirlo debe ser la misma, sea quien sea el responsable”, dijo May a las puertas de su residencia de Downing Street.
“Ha habido demasiada tolerancia con el extremismo en este país, incluyendo la islamofobia”, explicó May.
Mohammed Shafiq, que dirige la organización musulmana Ramadhan Foundation, condenó este “ataque malintencionado”. “Si se confirma que se trata de un ataque deliberado, entonces tiene que considerarse como un acto terrorista”, añadió en un comunicado.
En pleno Ramadán, los musulmanes practicantes acuden a la mezquita después del Iftar, el final del ayuno al caer la noche. Se realiza una plegaria hacia medianoche.
La mezquita de Finsbury Park era conocida, a principios de los años 2000, por ser un destacado lugar de militantes islamistas de Londres, que acudían al centro para escuchar los incendiarios sermones de Abu Hamza. Este predicador egipcio, tuerto y amputado de los dos antebrazos, fue condenado a cadena perpetua en enero de 2015 en Estados Unidos, por 11 acusaciones vinculadas a una toma de rehenes y por terrorismo.
Entre tanto la dirección de la mezquita cambió pero, desde los atentados en París de noviembre de 2015, recibió varias cartas de amenazas.
Este lunes por la mañana, aparecieron varios ramos de flores fuera de la mezquita, y cristianos y judíos expresaron su solidaridad con los musulmanes, en un barrio de Islington que es muy mezclado.