Las Fuerzas Armadas estadounidenses lanzaron este martes un cohete diseñado para interceptar un misil balístico intercontinental justo cuando el régimen de Corea del Norte avanza en su programa de armas.
“Este sistema es muy importante para la defensa de nuestro país, y este ensayo demuestra que contamos con un artefacto confiable y creíble para detener una amenaza real”, dijo el vicealmirante Jim Syring, director de la Agencia de Defensa Misilística de Estados Unidos.
El cohete interceptor fue lanzado desde la base Vandenberg de la Fuerza Aérea en California, y una réplica de un misil intercontinental fue disparada desde el sitio de pruebas Reagan en las islas Marshall, en medio del Pacífico, explicó el Pentágono.
Los lanzamientos estaban programados para realizarse entre las 22:00 horas del martes y las 02:00 horas del miércoles, un día después de que Pyongyang anunciara como exitosa la prueba de un misil balístico.
El portavoz del Pentágono, el capitán Jeff Davies dijo que en un sentido amplio Corea del Norte es una de las razones por las que estamos probando este sistema. “Corea del Norte ha expandido el tamaño y la sofisticación de sus fuerzas misilísticas… Siguen llevando a cabo lanzamientos misilísticos como el de este fin de semana y utilizando una agresiva retórica, sugiriendo que van a atacar Estados Unidos”, comentó.
El ejercicio probó el desempeño del sistema de “defensa en tierra a mitad del curso” (GMD), que ha tenido algunos problemas en ensayos previos. La tecnología que mueve el GMD es extremadamente compleja, y el sistema utiliza sensores desplegados globalmente para detectar y rastrear amenazas de misiles balísticos.
En una estrategia que el Pentágono describe como similar a golpear una bala con otra bala, el misil se lanza al espacio y luego despliega un “Vehículo Asesino Exoatmosférico” que utiliza energía cinética para destruir el objetivo que viene en camino.
La prueba demuestra que Estados Unidos tiene un sistema efectivo en tierra contra los misiles intercontinentales, aunque en escala limitada.
El sistema se compondrá de 44 interceptores para finales de año, de modo que podrá enfrentar el ataque lanzado desde otro país con una lluvia de cohetes. Pero los interceptores, con bases en California y Alaska, podrían verse desbordados por un ataque de gran escala de países como Rusia o China, que podrían lanzar decenas de misiles al mismo tiempo.
(Con información de AFP)