El gobierno del presidente Donald Trump estaría replanteando modificaciones “modestas” al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y buscaría establecer la posibilidad de fijar cambios en el rubro de las tasas arancelarias, de acuerdo a un borrador de reforma que publica este jueves el diario The Wall Street Journal.
La reforma propuesta por el gobierno estadounidense sugiere que cualquier país pueda aplicar aranceles a productos de importación en caso de que exista un flujo de importaciones que pueda generar “amenaza de graves daños” a su industria, consigna el diario.
No obstante, los cambios propuestos no incluyen medidas específicas sobre temas polémicos, como las reglas de origen para los productos que se intercambian en la región o los paneles de arbitraje comercial, según el Journal.
El diario sostiene que el documento establece la necesidad de “mejorar los procedimientos para resolver disputas”, pero no determina claramente la necesidad de eliminar estos paneles, que algunos críticos creen que infringen la soberanía nacional.
“Estados Unidos mantendrá algunas de las disposiciones más controvertidas”, apunta el borrador de reforma al TLC enviado por la oficina de Comercio Exterior que circula entre miembros del Congreso de Estados Unidos, al que tuvo acceso el diario norteamericano.
La propuesta tampoco establece nada específico para lidiar con las disputas sobre las políticas de moneda extranjera o para alcanzar metas numéricas en torno al déficit comercial bilateral, como algunos actores del sector comercial habían solicitado.
El proyecto, que podría aún ser revisado, sería la base de una negociación que iniciaría 90 días después de que el gobierno de Trump notifique al Congreso sobre su intención de iniciar renegociaciones formales.
El diario aseguró que no está claro si Canadá y México estarían de acuerdo con los cambios que Estados Unidos plantea.
Trump calificó desde su campaña por la presidencia al Tratado como “el peor acuerdo firmado” por Estados Unidos, por considerarlo demasiado beneficioso para México, por lo que ha buscado renegociar el convenio que entró en vigor desde 1994.