Escocia ha reclamado a Londres la convocatoria a un nuevo referéndum de independencia justo cuando el gobierno británico está en la antesala de la ruptura con la Unión Europea.
El gobierno de la primera ministra Theresa May tendrá que responder a la demanda del Parlamento escocés que fue aprobada por 69 votos contra 59. “La votación de hoy tiene que ser respetada”, dijola jefa del gobierno regional escocés, Nicola Sturgeon, del Partido Nacional Escocés (SNP).
El gobierno de May se enfrenta a esta demanda de un referéndum, cual ya ha calificado de “inaceptable”, un día antes de que la notificación del adiós británico a la Unión Europea.
La primera ministra viajó a Escocia el lunes para reunirse con la jefa del gobierno regional escocés, Nicola Sturgeon, en un último intento de acercar posiciones.
“Mi posición es muy simple y no ha cambiado”, dijo May en una entrevista con la agencia británica Press Association. “Y es que ahora no es el momento de hablar de un segundo referéndum de independencia”, añadió.
Sturgeon, que quiere el referéndum a finales de 2018 o principios de 2019 insistió tras el encuentro en que “los escoceses pueden tomar una decisión bien fundamentada sobre su futuro” en ese plazo y que no hay motivo para esperar más, en declaraciones a Sky News.
Tanto la Cámara de los Comunes como la de los Lores deberán dar su visto bueno, que técnicamente consistiría en aprobar el traslado a Edimburgo del poder de organizar el plebiscito.
May podría aceptar la votación del parlamento británico pero negarse a firmar el traspaso hasta después del Brexit. Además de la fecha, ella y Sturgeon tendrían que negociar la pregunta.
En el referéndum de 2014, la permanencia en el Reino Unido se impuso por 55 por ciento a 45 por ciento, y el referéndum se celebró con el compromiso de zanjar el tema durante al menos una generación.
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Con información de AFP