El gobierno de Donald Trump no puede dejar atrás las sospechas sobre un acercamiento con el Kremlin como lo muestra el más reciente escándalo que ha estallado en torno a el Fiscal General y secretario de Justicia, Jeff Sessions, quien mintió sobre sus encuentros con el embajador de Moscú en Washington.
En enero, en las audiencias del Senado, bajo juramento, Sessions había afirmado que “no tenía contactos con los rusos”. Sin embargo, el Washington Post reveló que el funcionario se reunió dos veces el año pasado con el embajador ruso en Estados Unidos, información que el propio Sessions ha confirmado.
Jeff Sessions, un ultraconservador de 70 años y uno de los primeros apoyos de Trump en el Partido Republicano, anunció este jueves que se recusará de participar de cualquier investigación sobre eventuales contactos del comité de campaña de Donald Trump y funcionarios rusos antes de las elecciones presidenciales del año pasado.
En una conferencia de prensa, Sessions admitió que se reunió en su despacho con el embajador ruso en Washington, Sergey Kislyak, luego de haber omitido la mención de esos encuentros durante la audiencia de confirmación a que fue sometido por el Senado.
“He decidido recusarme de cualquier investigación existente o futura sobre cualquier asunto relacionado de cualquier forma a las campañas para presidente de Estados Unidos”, dijo Sessions, quien se encuentra bajo presión para que renuncie.
Tras darse a conocer los contactos de otro funcionario del gobierno de Trump con Rusia, varios legisladores han exigido que se nombre a un investigador especial independiente para revisar la supuesta intervención rusa en la campaña electoral para ayudar a Trump a ganar la Casa Blanca.
En enero, en las audiencias del Senado, bajo juramento, Sessions había afirmado que “no tenía contactos con los rusos”. Esta mañana, el fiscal matizó en declaraciones con la cadena NBC:“Nunca me he reunido con un responsable ruso para discutir una campaña política”.
“Sessions se reunió con el embajador en su calidad oficial de miembro de la comisión de las fuerzas armadas del Senado, lo que es completamente coherente con su testimonio”, afirmó un responsable de la Casa Blanca. Se trata de un nuevo “ataque de los demócratas contra la administración Trump”, agregó.
En Moscú, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, dijo no estar al tanto de esos encuentros, pero subrayó que “el trabajo del embajador es tener la mayor cantidad de encuentros posibles, incluso con los representantes del poder ejecutivo y legislativo del país”.
En el Capitolio la presión aumenta, incluyendo desde sus propias filas. Dos pesos pesados del Partido Republicano, Jason Chaffetz y Kevin McCarthy, llamaron a Sessions a abandonar su autoridad sobre la investigación del FBI.
Este escándalo se suma a la renuncia en febrero del consejero de seguridad nacional nombrado por Trump, Michael Flynn, tras conocerse que mintió sobre una conversación entre él y el embajador ruso cuando Barack Obama era aún presidente.
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Con información de AFP