¿Eres feliz mientras trabajas? La respuesta a esa pregunta podría depender de cuándo te la hagan. Cantidades significativas de investigaciones sugieren que la gente está —en general— contenta con sus empleos y siente que su trabajo tiene un propósito. Pero nuestra investigación sugiere que no es tan simple.
La manera en que nuestro estudio difiere de muchos otros radica en la forma en que lo llevamos a cabo. La mayoría de la investigación sobre felicidad depende de sondeos que le piden a la gente reflexionar sobre y evaluar sus experiencias de “estos días” o “actualmente”. Al hacerlo, los encuestados usualmente le dan un peso a los eventos que están relacionados con su sentimiento general de bienestar o satisfacción con sus vidas.
Estos estudios hallan una evidencia constante de que el trabajo asalariado tiene un papel importante en la felicidad de la gente y su satisfacción general con la vida. Las investigaciones también muestran que verse desempleado resulta en una disminución abrupta en el bienestar de la cual —al contrario de la mayoría de los otros cambios en circunstancias personales— la gente no se recupera del todo.
El trabajo asalariado es una parte central de la vida de muchas personas, por lo cual no debería sorprender el hallar que es crucial para la manera en que nos sentimos con nosotros mismos y nuestra sensación de bienestar. Tal vez sea porque el trabajo genera una sensación de ser útil, llevando a la sensación de que hay un significado o propósito en la vida.
Para saber cómo se siente la gente cuando está en el trabajo —en el momento—, uno de nosotros (George) diseñó una aplicación llamada Mappiness (mapa de felicidad), que le permite a la gente registrar su bienestar en marcha a través de un teléfono inteligente. Esto nos permitió captar y analizar los sentimientos de la gente al momento en que realiza una actividad, en vez de reflexionarla después.
Respuestas en tiempo real
Con Mappiness, fuimos capaces de recabar más de un millón de observaciones de decenas de miles de individuos en el Reino Unido, desde agosto de 2010. La gente que descargó la aplicación recibió “repiques” cronometrados al azar en su teléfono para solicitarle que completase una encuesta muy breve. Se les pidió que calificaran cuán felices se sentían y cuán relajados estaban; si estaban solos o, si no lo estaban, con quién estaban; si estaban bajo techo, al aire libre o en un vehículo, y si estaban en casa, en el trabajo o en otra parte. Finalmente, se les preguntó qué hacían “justo ahora”.
De esta manera, obtuvimos un espectro de respuestas, incluidos sus sentimientos en el trabajo, en casa o en otra parte. Junto con las respuestas a la encuesta, la aplicación transmite la ubicación del individuo (vía posicionamiento satelital) y la hora precisa en que se completó la encuesta. También registra el tiempo que pasó entre el “repique” al azar y la respuesta, haciendo posible el distinguir entre respuestas inmediatas y al azar y aquellas retrasadas.
Aun cuando hay inconvenientes en este método de recopilación de datos (como la muestra no azarosa de los participantes), tiene ventajas considerables sobre métodos de investigación más tradicionales en las que a los individuos se les pide que reconstruyan sus actividades y experiencias del día anterior. Estas encuestas podrían estar sujetas a sesgos de memoria y distorsión retrospectiva. En contraste, Mappiness obtiene respuestas instantáneas de modo que la gente reporta sus sentimientos al momento en que realiza la actividad.
¿En cualquier lado menos en el trabajo?
Sorprendentemente, nuestro análisis de todos estos datos halló que el trabajo asalariado se clasifica más bajo que cualquiera de las otras 39 actividades que realiza la gente, con la excepción de estar enfermo en cama. El efecto es equivalente a una reducción de 7-8 por ciento en la felicidad en relación con las circunstancias en que alguien no está trabajando. El tiempo dedicado al trabajo asalariado tiene un efecto similarmente malo (de hecho, un poco más grande) en cuán relajada se sentía la gente.
Precisamente cuán infeliz o ansioso se siente alguien mientras trabaja depende de las circunstancias. El bienestar en el trabajo varía significativamente con dónde se trabaja (en casa, en la oficina u otra parte), si se combina el trabajo con otras actividades, si se está solo o con otros, y la hora del día o de la noche en que se trabaja. Muchas de estas circunstancias pueden ser dictadas por las políticas públicas para facilitar condicionales laborales “más felices”, las cuales también pueden mejorar la productividad.
Pero ¿por qué el trabajo parece tener semejante efecto adverso en el bienestar momentáneo de la gente? Sabemos que parte de la respuesta está relacionada con la ansiedad en el trabajo. Aun cuando la gente sea positiva con respecto al trabajo asalariado cuando reflexiona sobre el significado y valor de su vida, en la realidad el realizar un trabajo asalariado tiene un precio personal en términos de las presiones y el estrés que se enfrenta mientras se trabaja.
Pero esto no es todo. Trabajar se sigue correlacionando negativamente con la felicidad, incluso cuando se combina con otras actividades que son placenteras como el platicar con amigos. Además, incluso cuando se toma en cuenta cuán relajada se sentía la gente, trabajar se sigue asociando negativamente con el bienestar momentáneo.
Más bien, parece que simplemente preferiríamos hacer otras cosas que trabajar. Por ello es que los economistas desde hace mucho han teorizado que el trabajo depende de que se pague para hacerlo, y por qué la gente típicamente dedica más horas y esfuerzos cuando se le paga más.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek