A pesar de la persecución de los medios, el presunto autor del
polémico informe sobre las relaciones entre Donald Trump y Rusia,
Christopher Steele, considerado un exespía británico reconvertido a
consultor, seguía desaparecido este jueves.
Este hombre de 52 años ha sido identificado por varios medios como el
autor del documento de 35 páginas que el presidente electo Donald Trump
considera totalmente falso.
La publicación de su nombre por parte del Wall Street Journal ha
desencadenado una auténtica cacería en Gran Bretaña, pero Steele no está
ni en su casa ni en su oficina y medios locales aseguran que habría
huido.
Su gran casa de ladrillos rojos, en el pueblo de Runfold, cerca de
Londres, estaba vacía, según constataron agencias internacionales.
Uno de sus vecinos, Mike Hopper, dijo a la agencia PA que Steele
vivía allí desde hacía 18 meses con su mujer y sus cuatro hijos.
Cuando el miércoles por la mañana se fue de su casa parecía “normal”,
aseguró el vecino. “No dijo donde iba ni cuando volvería”, añadió
Hopper, explicando que mientras tanto se ocuparía de sus tres gatos.
Según el periódico The Telegaph, que cita una fuente anónima de su
entorno, Steele habría huido, preocupado por su seguridad, la de su
familia y por posibles represalias de Rusia tras la publicación del
informe.
Según su perfil en LinkedIn, Steele es uno de los directores de la
consultora londinense Orbis Business Intelligence. En su web, la
compañía indica que fue fundada en 2009 “por antiguos profesionales de
los servicios británicos”.
“Con sede en Londres pero con un alcance global, nuestra principal
fuerza es nuestra capacidad para combinar una red de fuentes de alto
nivel con una sofisticada capacidad de investigación”, indica la
empresa, que este jueves no respondía al teléfono y tenía numerosos
periodistas apostados a su puerta.
“Proporcionamos consejos estratégicos, organizamos operaciones para
recolectar inteligencia y llevamos a cabo investigaciones complejas, en
muchos casos transfonterizas”, añade Orbis.
Exagente del MI6 en Moscú
El director de la consultora, Chris Burrows, se negó ante el Wall
Street Journal a “confirmar o desmentir” la participación de la empresa
en el informe Trump.
Las oficinas de Orbis, situadas cerca del palacio de Buckingham,
están en el segundo piso de un edificio elegante, con columnas de mármol
en los balcones.
Según el Wall Street Journal, que cita a un exagente de la CIA,
Christopher Steele trabajó varios años en Moscú para el MI6, la agencia
británica de inteligencia exterior, y tiene buena reputación entre los
profesionales.
“Es un agente de inteligencia respetado y como muchos de ellos empezó
una segunda carrera cuando alcanzaba la cincuentena”, según un experto
en seguridad de la BBC, Frank Gardner.
Estos exagentes “suelen trabajar [en el sector privado] por mucho más
dinero y con mucha más libertad”, explicó, aunque dijo que era
“inusual”que una persona con este perfil estuviera implicada a este
nivel en cuestiones políticas.
Consultado por una agencia internacional, el ministerio de Exteriores británico, que
gestiona la comunicación externa del MI6, no quiso hacer comentarios.
Christopher Steele “no trabaja” para la administración británica,
afirmó por su parte un portavoz de la primera ministra Theresa May.
El polémico informe del que sería autor Steele incluye muchas
informaciones comprometidas sobre Donald Trump, entre ellas la
existencia de un vídeo en el que aparecería junto a prostitutas rusas o
información sobre sus presunto intercambios de información con el
Kremlin durante décadas.
El informe fue publicado el martes por Buzzfeed.