El Fondo Monetario Internacional (FMI) expresó el lunes su “plena confianza” en la capacidad de Christine Lagarde para seguir conduciendo a la entidad pese a su condena en una corte francesa.
El comité ejecutivo del FMI se reunió luego que una corte de Francia condenó a Lagarde por negligencia en un caso con fondos públicos ocurrido en 2008 cuando se desempeñaba como ministra francesa de Finanzas. La corte la condenó, pero no le aplicó pena alguna.
“El comité ejecutivo reafirma su plena confianza en la capacidad de su directora gerente para seguir cumpliendo sus tareas”, según un comunicado del comité.
Añadió que el comité desea seguir trabajando con Lagarde sobre “los difíciles desafíos de la economía mundial”.
Lagarde es la directora gerente del FMI desde 2011 cuando el también francés Dominique Strauss Kahn fue forzado a dimitir por una denuncia de ataque sexual en Nueva York.
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La directora está obligada a seguir las normas éticas del FMI, pero el caso judicial que terminó en su condena fue por un problema surgido cuando era ministra de Finanzas.
Una corte la declaró culpable de negligencia por el pago de una suma multimillonaria al magnate francés Bernard Tapie en 2008.
Los miembros del comité han sido bastante comprensivos con Lagarde. Desde que comenzaron en 2011 sus causas legales, el comité le expresó apoyo y reiteradamente dijo que “puede ejercer efectivamente sus tareas” a pesar de los problemas en Francia.
Horas antes del pronunciamiento del FMI el propio gobierno francés dijo que mantiene “plena confianza” en Lagarde.
Lagarde es muy popular en el FMI y su caso judicial es muy distinto al de Strauss Kahn por el ataque sexual a una funcionaria de un hotel de Nueva York.
La francesa buscó siempre más consensos que su antecesor y rápidamente se las arregló para silenciar críticas y restaurar la imagen de la institución.
También apuntó a que el FMI incursionara en asuntos como la desigualdad y el cambio climático, pero también en ayudar a países en crisis como Grecia o Ucrania.
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Después de la escandalosa caída de Strauss Kahn, Lagarde “hizo mucho bien a la imagen del FMI”, dijo a la AFP Dedsmond Lachman, ex directivo del FMI.
Añadió que la gestión de Lagarde ayudó a la “marca” y a la credibilidad de FMI y, además, no vaciló en involucrarse en buscar soluciones a la crisis de países europeos.
El propio ambiente político de Estados Unidos también entró en juego. A un mes de la asunción del presidente electo Donald Trump, Estados Unidos, país fundador del FMI, no hubiera querido dar a la Casa Blanca la posibilidad de influir en un cambio de liderazgo en la entidad.
Desde que el FMI y el Banco Mundial fueron fundadas después de la Segunda Guerra Mundial ha habido un tácito reparto de conducciones. Un estadounidense encabeza el Banco Mundial y un europeo el FMI; pero Washington influye mucho en la nominación de éste.
Imagen opacada
El cargo de director gerente del FMI ha estado opacado por escándalos.
Ya el exministro español de Finanzas Rodrigo Rato, antecesor de Strauss Kahn, enfrenta en su país cargos judiciales por malversación de fondos cuando estaba al frente de un banco.
Según Peter Doyle, exejecutivo del FMI y crítico de Lagarde que dejó la entidad en 2014, la sucesión de escándalos debe imperiosamente forzar a la entidad a aplicar “un proceso serio” para designar a su director gerente.
En un acuerdo negociado en 2010 cuando el FMI redistribuyó el poder voto de cada país para dar mas peso a economías emergentes comoMéxico, Brasil, Rusia, India y China, se suponía que el sucesor de Strauss Kahn iba a salir de alguno de esos países.
Pero en 2011, con las economías europeas urgidas de ayuda del FMI, la entidad eligió a Lagarde y dejó de lado a Agustín Carstens, presidente del Banco Central deMéxico y muy respetado en los círculos económicos mundiales.