Para
hallar la cura de una infección bacteriana que mata a 30,000 estadounidenses
anualmente, los Institutos Nacionales de Salud acaban de conceder una
subvención de 1.5 millones de dólares –a un laboratorio de veterinaria.
Científicos
del Colegio de Medicina Veterinaria de la Universidad Estatal de Carolina del
Norte usarán esos fondos para estudiar cómo la bacteria Clostridium difficile
afecta a los animales, con la esperanza de que su descubrimiento también se
aplique en los humanos.
Esa
es la naturaleza del progreso médico, donde el conocimiento obtenido de la
investigación en una especie se aplica a otras, incluidos los humanos. Los
enfoques holísticos en la salud —aquellos que toman en cuenta la salud de
humanos, animales y ecosistema— podrían ser la clave para entender y finalmente
derrotar a las enfermedades de la era moderna.
Muchas
enfermedades se transmiten de animales a humanos. Los mosquitos portan zika,
malaria y el virus del Nilo Occidental. El brote de ébola que alcanzó las
costas de EE UU en 2014 fue rastreado hasta un murciélago enfermo. Hasta 60,000
estadounidenses reciben vacunas contra la rabia cada año después de entrar en
contacto con animales potencialmente rabiosos.
Los
Centros de Control y Prevención de Enfermedades calculan que más del 75 por
ciento de las enfermedades infecciosas se originan en animales.
Al
estudiar a los animales que transmiten estas enfermedades, los profesionales de
la salud pueden evitar epidemias. Considere el “sistema de información
geográfica” de la escuela de veterinaria de la Universidad de Pensilvania, el
cual monitorea las poblaciones de pollos en busca de gripe aviar. El sistema
ayudó a identificar y contener un brote de gripe aviar en Pensilvania antes de
que pudiera propagarse a otras bandadas, o a humanos. Las pérdidas totalizaron
apenas $400,000 dólares.
En
contraste, un brote en Virginia llevó a $100 millones de dólares en daños —y se
corrió el riesgo de darle tiempo a la enfermedad para que mutara e infectara
gente— porque no se empleó dicha tecnología de vigilancia.
Los
mamíferos y los humanos también sufren de algunas de las mismas enfermedades no
comunicables. Por ejemplo, los caballos pueden desarrollar enfermedades
cardiovasculares. Los perros desarrollan cánceres con muchas características
similares a los cánceres humanos.
Estudiar
y tratar enfermedades en animales a menudo lleva a avances en la medicina
humana. Una terapia de genes para la ceguera en perros resultó ser tan
promisoria que los investigadores ahora la prueban en gente. Los veterinarios
han descubierto una proteína que ayuda a sanar más rápido los huesos rotos de
los animales, y también funciona en humanos.
El
estudio de los animales incluso puede ayudarnos a diagnosticar enfermedades en
humanos. Por ejemplo, los perros pueden oler masas cancerosas. Médicos e
ingenieros ahora exploran si es viable desarrollar un sistema electrónico que
pueda imitar el sentido del olfato de los perros con el fin de diagnosticar
exacta y eficientemente el cáncer en pacientes.
Dados
los vínculos entre la salud humana y animal, tiene sentido derribar las
barreras entre la medicina humana y veterinaria. Algunas universidades están
haciendo eso.
La
Universidad Tufts ofrece un grado conjunto de doctorado en medicina veterinaria/maestría
en salud pública. Durante su primer verano, los estudiantes pasan ocho semanas
en el campo como voluntarios de una organización de salud, donde ponen en
práctica su entrenamiento en salud veterinaria y humana.
En
un programa conjunto de la Universidad Estatal de Ohio, los estudiantes
investigan extensivamente un problema de salud pública veterinaria y proponen
sus soluciones. Ello prepara a los estudiantes para abordar problemas globales
de salud, como brotes de enfermedades y contaminación en el suministro de
alimentos.
La
Universidad de St. George, la escuela donde doy clases, también ofrece un grado
dual de doctorado en medicina veterinaria/maestría en salud pública así como un
programa de doctorado en medicina veterinaria/maestría en salud pública. Estos
programas permiten a los estudiantes interactuar unos con otros y compartir
perspectivas de disciplinas múltiples.
Además
de la capacitación en múltiples áreas mediante trabajo de campo y clases, los
estudiantes pueden dedicarse a actividades de Una Salud Una Medicina, el cual
reúne a gente de toda una gama de estudios de postgrado, médicos y veterinarios
para explorar cómo se interconectan sus disciplinas.
Las
enfermedades a menudo afectan a gente y animales de maneras similares. Así, es
del todo razonable que los veterinarios investiguen enfermedades que matan a
miles de personas.
La
salud de los animales está entrelazada con nuestra salud. Los médicos y
funcionarios de salud pública quienes entienden eso estarán mejor preparados
para resolver los desafíos médicos que aquejan a todas las especies.
Timothy Ogilvie es el decano de la
Escuela de Medicina Veterinaria en la Universidad de St. George en Granada.