Hace 25 años, cuando tenía
29 y mientras rodaba Doctor Hollywood, los médicos le dijeron que tenía Parkinson
y que solo iba a poder trabajar una década más. “A estas alturas ya debería
estar prácticamente discapacitado; la realidad no podría ser más distinta”, señala
Michael J. Fox.
El actor escondió su
enfermedad al público los siguientes siete años, y lo hizo sin parar de
trabajar en películas: Stuart Little y El presidente y Miss Wade son
la prueba, y cuenta que lo hizo por temor a no poder seguir en lo suyo en un
futuro que entonces creía cercano.
Ahora, más de dos décadas
después, Michael J. Fox, se mira s sí mismo y dice: “Esto es lo peor que estoy,
y aún puedo ir a la tienda y hacer promociones”. Reconoce que hay días peores
que otros, pero que la enfermedad no es algo que ocupe su cabeza todo el tiempo.
“Encuentras un sitio en el que estar y hacer cosas con tu familia. No es una
sentencia concreta”.
Para el compañero del
científico en Regreso al futuro, la peor consecuencia que tiene la enfermedad
es la pérdida del equilibrio. “Te caes un par de veces a los 55 años y te das
cuenta de que ya no tienes 25”. Consciente de que el único momento del día que
no sufre temblores es cuando está durmiendo, ha empezado a hacer meditación.
Ejercicio que ha sumado al boxeo, que le ayuda a trabajar en su equilibrio
Fox se enorgullece de
seguir trabajando, aunque sabe que el Parkinson ha afectado a su carrera en el
mundo de la interpretación. “Puedo hacer cualquier personaje, siempre y cuando
tenga Parkinson”, bromea. De hecho, en su último papel interpretaba desde 2010
y hasta este año al abogado Louis Canning en la serie The Good Wife, papel por el
que tuvo tres nominaciones a un Emmy.
Hoy el actor compagina sus
trabajos en televisión con su labor al frente de la fundación que lleva su
nombre, una ONG que creó en el año 2000 dedicada a buscar una cura contra la
enfermedad, y que ha logrado donar a la investigación 650 millones de dólares.
“Si llegamos a detener el
avance de la enfermedad y reducir sus síntomas, me sentiré satisfecho”. Y
muchos se lo van a agradecer.