Senadores y académicos mexicanos se sumaron junto al exalcalde de Los Angeles Antonio Villaraigosa para promover el voto latino en Estados Unidos alertando sobre el “peligro” que para México representaría el triunfo del republicano Donald Trump.
“Diles que voten” es el lema de una campaña lanzada en agosto pasado en distintos países latinoamericanos para que aquéllos que tengan familiares en Estados Unidos se comuniquen con ellos y los convenzan de participar en el proceso electoral y derrotar el tradicional abstencionismo de los latinos.
“Díganles [a sus familias] que si ellos votan pueden derrotar el peligro de Trump”, dijo durante un foro en el Senado Villaraigosa, de origen mexicano y el primer alcalde de Los Angeles de ascendencia latina en más de un siglo.
Trump ha fundamentado gran parte de su campaña en ataques contra México y sus nacionales a quienes ha acusado de criminales y violadores. El republicano también ha amenazado con erigir un muro fronterizo pagado por México.
Los ataques a México de Trump, quien además amenaza con congelar remesas para pagar el muro y deportar a millones de emigrantes, han provocado airadas protestas entre legisladores mexicanos.
Según cifras del Pew Institute, de los 55.2 millones de latinos que viven en Estados Unidos, 25.4 millones están registrados para votar lo cual representa el 11.3 por ciento del padrón electoral, aunque menos de la mitad acude las urnas.
Pese a que su voto podría definir cualquier elección presidencial en Estados Unidos, los latinos, y sobre todo los mexicanos, se caracterizan por “la falta de conciencia del poder que tienen”, dijo Mario Delgado, senador del Partido de la Revolución Democrática (PRD), durante el foro sobre el voto latino organizado por legisladores.
“Hay diásporas que si bien no son tan numerosas, han logrado ser mucho más influyentes y poderosas. Hay diásporas con las que ningún candidato se atrevería meterse o a criticar, porque han logrado organizarse, porque políticamente pesan, porque votan, porque opinan, porque participan activamente en la política estadounidense”, señaló la senadora del conservador Partido Acción Nacional (PAN) Gabriela Cuevas.
El presidente Enrique Peña Nieto incluso comparó el discurso de Trump al de Hitler pero en agosto pasado lo recibió en Ciudad de México tras invitar a ambos candidatos en una visita que desató una oleada de críticas.
El consultor político Roberto Trad, uno de los promotores de la campaña, dijo que si bien el voto hispano es demócrata, este partido no ha incluido sus derechos en su agenda porque los latinos no se han integrado del todo al modelo electoral estadounidense.
“Tradicionalmente los latinos no definen elecciones, pero esta ocasión sí pueden hacer la diferencia, el voto latino sí puede definir quién puede ser el próximo presidente, presidenta de Estados Unidos”, dijo Trad.
Los motivos para no votar son variables, como desinterés entre jóvenes (28 años promedio), pobreza, principalmente entre los trabajadores agrícolas, desarraigo, desencanto hacia la democracia o sentimientos de persecución.
“No terminan de construir un vínculo emocional los latinos con la nueva patria a la que pertenecen, no terminan de sentirse en familia (…). Vienen de una experiencia política previa muy negativa, te dicen ‘mi gobierno de donde vengo, el Estado al que renuncié me robaba, y al Estado que llegó me persigue”, resumió Trad.