La artillería pesada
apunta en dos direcciones con igual ferocidad; de un lado Hillary Clinton,
candidata demócrata y, del otro, Donald Trump, candidato republicano. Se tiran
con todo con el afán de llegar a la Casa Blanca, y en ese fuego cruzado la
amistad Chelsea Clinton e Ivanka Trump parece que sobrevive sin registrar
severos rasguños.
Tienen mucho en común: Chelsea e Ivanka, además de sus influyentes
padres, han llevado una existencia similar en varios aspectos.
Para empezar, las dos han tenido una vida privilegiada. Chelsea es la
única hija de Hillary y Bill Clinton, tiene 36 años, y vivió en la Casa Blanca
cuando su padre fue presidente de Estados Unidos. Estudió en las mejores
universidades del mundo; Oxford, Stanford y Columbia. Y de su trabajo, sólo se
desempeña en grandes empresas como Mckinsey Company y NBC. Ahora, le ayuda a su
mamá en la campaña.
Ivanka, por su parte, ha vivido entre lujos; creció en la Trump Tower en
Nueva York y a los 34 años, ras graduarse en Economía, ha sido una exitosa
modelo y empresaria. Es considerada el arma secreta de su papá para cautivar el
voto femenino, maltrecho por sus comentarios sexistas y sus acusaciones de
infidelidades.
Otro punto que comparten es que tanto Chelsea como Ivanka tuvieron que
afrontar un duro episodio con todo el peso mediático; Chelsea tenía 18 años
cuando se descubrió la relación que su padre Bill Clinton mantenía con Mónica
Lewinsky, una becaria de la Casa Blanca, e Ivanka tenía sólo nueve años cuando
la relación de Donald Trump con la actriz Marla Maples acabó con el matrimonio
de sus padres.
Siguen las similitudes; las dos están involucradas en
las empresas de sus familias. Chelsea es vicepresidenta de la Fundación
Clinton, una organización que busca el bienestar global en salud y crecimiento
económico, Ivanka es vicepresidente de desarrollo y adquisición en la
Organización Trump, experta en relaciones públicas e inestimable ayuda para su
padre.
Las dos herederas han sido consideradas unas mujeres dedicadas a su
familia. Ivanka se casó en 2010 con Jared Kushner, un magnate inmobiliario
judío, con quien tuvo tres hijos: Arabella, Joseph y Theodore. Chelsea se casó
con Marc Mezvinsky, un banquero hijo de demócratas, con quien tuvo dos hijos:
Charlotte y Aidan.
Todo apuntaba a que la amistad no podría sobrevivir. A pocos días de las
elecciones parece que Chelsea e Ivanka van a demostrar que sus valores
personales están por encima de las ambiciones de sus padres.