La pantalla mide 3 mil metros cuadrados, al frente hay un par de controles
(joystick) gigantes, en la Plaza Rabin, para que cualquier transeúnte pueda
probar suerte y evitar que los bloques de colores cubran todo el edificio.
Este juego es parte del Festival DLD de Innovación de Tel Aviv, que se
inauguró a finales de agosto; en la misma pantalla edificio también se puede
jugar Viborita (snake) y Pong.
Aunque este ejercicio no tiene mucho de innovador, ya que no es la primera
vez que se utiliza un edificio para hacer videojuegos gigantes.
En 2001, en la Alexanderplatz de Berlín, se hizo un gran juego de Pong que
los transeúntes podían jugar usando sus teléfonos celulares Nokia como
controles.
En Londres, en las fuentes de la Plaza Granary, al bajar una app al
dispositivo móvil, se puede jugar Viborita con la iluminación de las fuentes.
En 2013, como parte de un concurso de televisión, se hizo en Londres
también lo que entonces llamaron el Pac Man más grande del mundo, fue en un
edificio junto al Río Támesis, y desde el otro lado estaba el enorme control
desde donde los jugadores hacían correr al pequeño punto amarillo escapando de
los fantasmas.