La joven canadiense llegó a los 15 años con la ilusión de ser modelo, y lo
logró, pero casi muere en el intento: llegó a padecer un nivel importante de
anorexia, hasta llegar a estar hospitalizada por esta causa. Además de que tuvo
problemas de drogadicción y alcoholismo. La ex modelo culpa a la industria de
la moda en una entrevista con el diario Daily
Mail.
A los 15 años, llena de ilusión, Kayley salió de su natal Canadá, tras
firmar un contrato con la agencia de modelos Ford, una de las más reconocidas
del mundo, de donde han salido modelos como Naomi Campbell y Christy Turilngton.
Sus ilusiones fueron poco a poco desapareciendo, aunque se tardó casi
cuatro años en darse cuenta del infierno al que estaba entrando. La ex modelo,
ahora de 19 años, recuerda que cuando llegó a Nueva York, en la agencia se
sorprendieron con sus medidas: “Mis caderas medían 95 centímetros, me dijeron
que tenía que bajar de peso, al menos 6 centímetros menos en las caderas. Me
dispuse con todo el corazón a cumplir la meta; cuando escuché que me dijeron
gorda, dejé de comer de inmediato”.
Entonces comenzó una rutina que casi la mata. Consumía menos de 500
calorías diarias, y pasaba cinco horas diarias haciendo ejercicio, dos horas y
media en la mañana y otra vez por la noche.
Al cabo de unos meses, su cuerpo comenzó a resentir este tratamiento,
inició una espiral de anorexia: “Se me empezó a caer el pelo, y me desmallaba a
cada rato. No podía estar un día entero en la escuela, le llamaba a mi mamá
para que fuera por mí, porque estaba muy débil, o me había tomado demasiados
laxantes. Ni siquiera quería tomar agua, por temor a subir de peso”.
Aunque las personas a su alrededor le decían que estaba bajando demasiado
de peso, ella se justificaba en pos de una carrera como modelo. En la agencia
le preguntaban si ya estaba lista, pero ella seguía sintiéndose gorda. “Tenía
15 años y me estaba muriendo”.
Con un índice de masa corporal (IMC) de 15 –un promeio normal es de 20
IMC–, Kayley estaba muy enferma y comenzó a tener pensamientos suicidas. A los
seis meses no pudo más y le confesó a su mamá que quería morirse. La familia se
alarmó y la hospitalizaron de inmediato, donde recibió ayuda de expertos en
desórdenes alimentarios. Le pidieron que dejara el modelaje.
Como pasa con las personas añoréxicas, comenzó a mentir, dijo que ya se
estaba recuperando, pretendía que comía, pero vomitaba al terminar. “Quería ser
famosa, que la gente supiera quién era yo, quería sentirme importante”.
Y lo fue, a pesar de sí misma, fue modelo de importantes pasarelas y de
anuncios de marcas reconocidas, mientras seguía adelgazando, comenzó a beber y
a drogarse para evadir sus problemas emocionales.
En 2014 Kayley tocó fondo, terminó su última pasarela en París, regresó a
Canadá y nunca más regresó al munco de la moda. “Fue una decisión muy muy
difícil, la más difícil que he tomado”.
Con el apoyo de su familia, después de dos años y medio, Kayley se siente
recuperada, y se involucrado en el tema de la nutrición saludable. Tiene una
cuenta en Instagram (@kaleeats) en donde da recomendaciones de buena
alimentación, además de su canal de YouTube y su Twitter (@kayleychabot).
Incluso este verano fue a Bali a enseñar a niños al respecto.