Científicos
de Grecia afirmaron recientemente haber revertido la menopausia. Lo hicieron
mediante inyectar plasma sanguíneo que contiene plaquetas en los ovarios de
ocho mujeres que no habían menstruado por alrededor de cinco meses con el fin
de estimular la regeneración ovárica. Los científicos luego recuperaron óvulos
de los ovarios. Los óvulos fueron capaces de madurar y alcanzar el estado en
que podrían ser fertilizados. ¿Esto significa el fin de la menopausia? En este
momento, la respuesta casi seguramente es “no”.
El
trabajo se presentó en la reunión anual de la Sociedad Europea de Reproducción
Humana y Embriología en Helsinki previamente este mes. Algo importante es que
no ha sido revisado por colegas y no hay verificación independiente de los
hallazgos.
Pero
esa no es la única razón para tratar los resultados como preliminares. Este es
un estudio pequeño, que careció de los controles apropiados. Por ejemplo, uno
podría esperar razonablemente una comparación con un grupo de mujeres perimenopáusicas
que no recibió ningún tratamiento.
El
hecho de que este trabajo se haya hecho primero en mujeres también es
potencialmente preocupante ya que se reportaron datos limitados sobre la
seguridad de la técnica. Un enfoque más tradicional hubiera sido probar la
técnica en un laboratorio, llamado prueba in vitro. Los folículos ováricos, la
parte del ovario en la cual el óvulo se desarrolla y que también secreta
hormonas claves que influyen el ciclo menstrual, pueden cultivarse en el
laboratorio y un experimento tan obvio hubiera sido cultivar los folículos en
presencia del plasma rico en plaquetas. A esto le habría seguido pruebas en
animales para demostrar que el procedimiento es seguro.
No es un cambio de la noche a la mañana
Casi
todos están conscientes de que las mujeres nacen con un número finito de
óvulos, y cuando esta provisión se agota, la mujer entra en la menopausia.
Pero, como muchos conceptos en fisiología, el problema está en el detalle. La
menopausia no es un cambio súbito de la noche a la mañana, sino un proceso
gradual que puede tomar varios años. La primera señal es una pérdida en la regularidad
de la ovulación y menstruación. Esto puede durar diez años antes del período
menstrual final, por lo que una interrupción en el ciclo no es tan poco común y
esto quizá haya sido lo que se vio aquí: una interrupción y luego una
reanudación temporal de los ciclos menstruales, coincidente con el tratamiento.
Tal
vez una descripción más precisa de este trabajo hubiera sido “posible extensión
leve de la fase perimenopáusica”, pero, por supuesto, eso es mucho menos
interesante que revertir la menopausia.
¿Siquiera es posible?
El
método en sí es biológicamente plausible. En 2010, un grupo de investigadores
en EE UU, encabezado por Jonathan Tilley, identificó células en el ovario
adulto que, con la estimulación correcta, podían producir nuevos folículos ováricos
y nuevos óvulos. Otros han reportado que el plasma rico en plaquetas puede
provocar que las células madres se diferencien. Se presume que esto sucede
porque este plasma contiene una mezcla rica de “golosinas”, incluidas
citocinas, las cuales son pequeñas moléculas de señalizaciones importantes en
la comunicación celular.
El
sumar estos dos tipos de conocimiento ofrece una explicación posible para los
hallazgos, pero en biología, 1+1 rara vez es igual a 2, y cuando lo es, se
requiere de un trabajo extenso para demostrarlo. Por ejemplo, inyectar el
plasma rico en plaquetas en el ovario habría provocado una respuesta
inflamatoria. ¿Esto pudo haber sido la causa de la reanudación de los ciclos
menstruales reportada?
El
peligro de reportes como este es que ofrecen una esperanza que podría resultar
ser falsa, en especial cuando entran en los medios de comunicación masivos. La
menopausia es un periodo estresante, que indica una transición en la vida, que
tiene impactos físicos y emocionales. Esto se amplifica en las pocas mujeres
quienes experimentan una menopausia temprana. Además, la edad promedio de la
maternidad aumenta constantemente. La gente busca opciones para prolongar los
periodos reproductivos, opciones que incluyen los bancos de óvulos o embriones.
Retrasar la menopausia sería un avance asombroso, pero estamos todavía muy
lejos de poder conseguirlo.
Roger Sturmey es un alto profesor no
numerario en la Universidad de Hull.
Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation.
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Publicado en colaboración con Newsweek / Published in colaboration with Newsweek