LeBron James, que finalizó
con 27 puntos, 11 rebotes y 11 asistencias, fue nombrado el Jugador más valioso
de las finales. El que para muchos aficionados es el anti-héroe por excelencia,
conquistó su tercer título de la NBA pero mucho más importante, el primero con
Cleveland.
Cleveland es una ciudad de
Ohio, que deportivamente portó una maldición por 52 años: ninguno de sus equipos
profesionales (NBA, NFL o beisbol), habían salido campeones.
52 años o 159 temporadas
entre los tres equipos. La última vez que Cleveland festejó un título, fue
cuando los Browns se coronaron en la vieja NFL en 1962; sí, en algún momento
los Browns eran capaces de levantar trofeos.
La ciudad de Cleveland estaba
ya cansada de llorar y quedarse en la línea. Los Browns perdieron la instancia
previa al Súper Bowl ante los Broncos de John Elway de 1987 a 1990.
Los
Indios de Cleveland fueron campeones de las Ligas Mayores en 1948, tuvieron dos
oportunidades en 1995 y 1997, pero Bravos de Atlanta y Marlins de Florida les
dijeron que no era su momento.
Los
Cavaliers de Mike Price tuvieron siempre la mala suerte de competir en la misma
época de Michael Jordan y los jóvenes Bulls de Chicago.
Ya
en tiempos de LeBron James, San Antonio los barrió en 2007 y apenas el año
pasado, Stephen Curry y Golden State fueron a su casa para quitarles nuevamente
la corona.
Pero
ahora todo es diferente, los Cavs rompieron la maldición de 52 años, LeBron ahora
si puede presumir ser el rey de esta época y comandar un épico regreso de
perder 1-3, para ganar el título con 4-3.
Cleveland
puede soñar con formar una dinastía, con ser por fin una ciudad de respeto en
los deportes profesionales de los Estados Unidos, ¿Robert Griffin III será el
siguiente? Los Browns lo piden con todas sus fuerzas.
@oscarMAL16