El partido entre Inglaterra y Rusia (que finalizó 1-1 para fines
estadísticos) tuvo a mal la presentación en sociedad de un nuevo grupo de
terror: Los Ultras,
Hooligans que beben vodka.
Los Hooligans son individuos que con el
pretexto de apoyar a un equipo de futbol se han dedicado a sembrar el terror en
las zonas aledañas a los estadios, son protagonistas de brutales
enfrentamientos y actos de vandalismo, desde los 70.
Inglaterra es considerado el país donde nació el Hooliganismo, y pese a
que existen ya leyes muy severas en el territorio inglés, todavía existen
pequeños grupos de Hooligans que gustan ver la sangre correr.
Los Ultras, que aparecieron el 11 de junio en las calles de Marsella, tampoco son nuevos, sus desmanes pueden rastrearse desde
la década de los 80, sin embargo, con las redes sociales y la rapidez con la
que se mueve la información ahora, sus desastres en la Eurocopa llegaron en
segundos a todo el mundo.
Los Ultras rusos llamaron
la atención por su nivel de brutalidad, algo temerario en hombres de más de
1.80 cm y casi 100 kilos de peso. Las redes sociales mostraron videos del
entrenamiento que reciben estos grupos de choque, que se acostumbran a pelear a
puño limpio desde jóvenes.
Las peleas entre los aspirantes a porros rusos son intensas y llenas de
violencia; con lo cual se le puede dar respuesta a la pregunta del
presidente Vladimir Putin: “¿Cómo
fue posible que 200 rusos le dieran una paliza a mil ingleses?”
@oscarMAL16