La fría cifra de 50 muertos,
incluidos cuatro mexicanos, que dejó el atentado del pasado domingo al bar gay
Pulse, fue conmemorada con un minuto de silencio durante el partido de
Venezuela contra México en la Copa América, pero momentos más tarde, cuando el
guardameta venezolano Dani Hernández, preparaba un saque y el tradicional
grito: “¡Ehhh, putooo!” emergió de la afición mexicana.
Hasta el momento, México se mantiene
como el favorito de la Copa, invicto en 22 partidos y siempre con el apoyo de
sus fans, como ocurrió en el partido del Tricolor contra Jamaica en el estadio Rose
Bowl, al que asistieron más de 80 mil aficionados mexicanos.
En un contexto futbolístico, el
lenguaje puede usarse de manera libre, también es cierto que la palabra “puto”,
también tiene la connotación de “cobarde” que también alude a la homofobia. En
medio de lo ocurrido en Orlando, este podría ser un buen momento para
reflexionar sobre el uso del grito.
En su intento por detener este acto
de discriminación, la Federación Mexicana de Futbol y la Selección Nacional de
México pusieron en marcha la campaña “Ya Párale”, el pasado 4 de junio, con
videos de los porteros de la Selección Nacional exhortando a los fans a dejar
de usar el canto en contra del portero rival.
“No quiero ni imaginarme un estadio
vacío. No queremos jugar sin tu apoyo”, aparece en el video Guillermo Ochoa;
seguido de Alfredo Talavera que pide: “Hagamos un compromiso, detengamos juntos
este grito hacia el portero rival”. Luego, aparece José de Jesús Corona: “Esto
ya no es un juego, queremos contar contigo”; regresa Ochoa: “Con tu ayuda es
más fácil”. Para cerrar con un grito de los tres: “¡Ya párale!
El hecho ha sido criticado en todo
el mundo, pues se usa como una ofensa homofóbica, y de no tomar las medidas
necesarias, el Estadio Azteca podría ser vetado. Es momento de hacer conciencia
sobre lo que sí es homofobia y parar la discriminación que es promovida desde
la tribuna mexicana.