Científicos han encontrado un método eficaz para convertir dióxido de carbono en roca, ofreciendo una solución nueva y radical para combatir el cambio climático.
Un proyecto a dos años, emprendido por la planta geotérmica Hellisheidi, en Islandia, inyectó CO2 en roca volcánica para transformarlo en minerales de carbonato mediante un proceso natural acelerado.
“Necesitamos combatir las crecientes emisiones de carbono y este es el mejor almacenamiento permanente: convertirlas en piedra”, dijo Juerg Matter, de la Universidad de Southampton, quien dirigió la investigación publicada el jueves en la revistaScience.
“Nuestros resultados demuestran que entre 95 y 98 por ciento del CO2 inyectado se mineralizó en un periodo menor a dos años, lo que es increíblemente rápido”.
Técnicas previas para capturar y almacenar dióxido de carbono han consistido en inyectar el gas en piedra arenisca o sellarlo en cámaras subterráneas, dos métodos muy costosos y que entrañan riesgos de fuga.
Pero al disolver CO2 en agua e inyectarlo en roca basáltica a una profundidad de entre 400 y 800 metros bajo la planta geotérmica, los investigadores lograron mineralizar el gas de manera permanente.
“Es lo que esperábamos… y mejor, de cierta manera”, dijo a Associated Press, David Goldberg, geofísico de la Universidad de Columbia quien no participó en el estudio, pero celebró el esfuerzo. “Lo que han hecho es acelerar un proceso natural”.
Los investigadores esperan que el estudio pueda escalarse para probar si el proceso crea el riesgo de precipitar terremotos. Goldberg opina que, de tener éxito, el proceso podría utilizarse para almacenar dióxido de carbono bajo el fondo del mar.