Los deportes de fantasía diarios, encabezados por FanDuel
y DraftKings, podrían estar a punto de convertirse en una de las invenciones
más importantes para involucrar a los fans, a la par de las tarjetas de béisbol
y las tertulias deportivas radiofónicas. O las compañías podrían hacer
irrelevante todo el concepto si siguen haciendo lo que han hecho el último par
de años, como vender sus juegos como si fueran una especie de ruleta para
compas, agitando a los reguladores y entablando una guerra para quitarse el
dinero unas a otras.
El ecosistema deportivo en verdad quiere que estas
compañías tengan éxito. Como el término lo insinúa, los juegos diarios de
deportes de fantasía duran un día en vez de una temporada y se ofrecen en
paquetes del tamaño de una aplicación para la generación de los teléfonos
inteligentes. Las principales ligas deportivas saben que los juegos diarios de
fantasía pueden acercar a los fans y engancharlos a algún deporte. Las emisoras
saben que la fantasía diaria jala a los fans a las pantallas de TV para
observar a sus jugadores elegidos. Por ello es que la MLB, la NHL, varios
equipos de la NFL, Comcast y otros en ese mundo son inversionistas en o socios
con FanDuel o DraftKings.
Al mirar hacia delante, los juegos diarios de fantasía
sólo deberían hacerse mejores y más interesantes. Nadie ahora puede ser un fan
de fantasía de algún guardia izquierdo de la NFL porque ninguna estadística
muestra el rendimiento de un guardia izquierdo. En los próximos años, los
sensores y las cámaras de rastreo de movimiento cambiarán eso.
Así que este negocio está preparado para FanDuel y
DraftKings. Y para evitar arruinarlo, posiblemente necesiten hacer tres cosas:
(1) volver a enfocarse en los deportes y no en el dinero, (2) hacer las paces
con los reguladores y (3) fusionarse. Por lo menos dos de estas medidas parecen
estar en marcha.
La manera en que las compañías se equivocaron señala el
cómo pueden darle la vuelta. FanDuel dio origen a los deportes de fantasía
diarios, y oír a los fundadores decirlo, la propuesta de valor nunca pretendió
ser “pegarle al gordo”. Se suponía que sería un juego tan divertido que los
fans deportivos pagarían para jugarlo.
Recientemente entrevisté a Tom Griffiths, cofundador de
FanDuel, enfrente de un público en la Universidad de Nueva York. Pudimos hablar
de la historia de FanDuel. Los fundadores, todos ellos del Reino Unido, se
conocieron en Edimburgo, Escocia. Dos tenían grados avanzados en inteligencia
artificial, uno había sido matemático y uno estudió diseño industrial. Antes de
comenzar FanDuel, ellos construyeron un sitio llamado Hubdub, un mercado de
predicciones donde la gente podía comprar y vender acciones virtuales (con
dinero virtual) según el resultado de los acontecimientos noticiosos. Hubdub
era un sitio complejo que casi nadie usaba, y no tenía un modelo comercial, cosas
que son, por decir lo menos, problemáticas para una compañía incipiente.
Mientras Hubdub fracasaba, el grupo hizo una lluvia de
otras ideas. Observaron la información de Hubdub, la cual les dijo que más que
cualquier otro tópico, a los usuarios les encantaba predecir el resultado de
los deportes. Ello llevó a una conversación sobre deportes de fantasía.
“Habíamos aprendido que las predicciones en forma corta son en verdad
divertidas, y vimos que los deportes de fantasía son un mercado grande,
entonces ¿cómo podemos combinar ambos?”, preguntó Griffiths. La respuesta los
llevó a construir FanDuel.
Mientras probaban el producto, descubrieron que la gente
quería jugar con dinero real, no con dinero virtual. Luego descubrieron que los
anuncios sobre ganar dinero atraían más usuarios nuevos que los anuncios sobre
un juego divertido. Ávido de éxito, FanDuel tomó una decisión de mercadotecnia
que colocó al juego más como una lotería que como un pasatiempo deportivo.
En este punto, entra DraftKings, fundado tres años después
que FanDuel. En sus primeros 18 meses, recaudó alrededor de 75 millones de
dólares, así que tenía la banca para competir con FanDuel en la única
característica que confiablemente le ganaba nuevos clientes: la cantidad de
pagos en efectivo. Para 2015, los dos estaban en una guerra sin cuartel, cada
uno gastando millones en anuncios que se enfocaban en sobrepasar al otro en las
promesas de ganar en grande.
Como era de esperar, toda esta competencia de anuncios
llamó la atención del público. La participación en la fantasía diaria se
disparó. El ingreso de FanDuel creció de 14 millones en 2013 a 57 millones en
2014, y se calcula que a 100 millones el año pasado. Pero esto también llamó la
atención de funcionarios en estados como Nueva York y Nevada. Ellos vieron las
promesas de pagos en efectivo y concluyeron que los juegos se parecían mucho a
las apuestas. FanDuel y DraftKings se toparon con las sierras circulares
reguladoras. El mismo éxito de la categoría amenazaba con matarla.
Lo cual lleva a la manera en que la categoría puede
salirse del desastre. Primero, hay que regresar a las raíces de la idea.
Griffiths, de FanDuel, parece entenderlo. Él habló conmigo respecto a avanzar
“de una manera que tal vez reposicione la manera en que hablamos de la categoría
para que se trate menos del dinero y más de divertirse”. Él sugirió que veremos
una sensibilidad diferente en la mercadotecnia de la compañía. Si FanDuel y
DraftKings pueden lograr que se los vea como deportes de fantasía en vez de
apuestas, tendrán una mejor oportunidad con los reguladores e incluso una
relación mejor con las ligas deportivas.
Las compañías empiezan a trabajar con los estados para
crear regulaciones, con la meta de operar dentro de las reglas en vez de poner
a prueba las reglas. “Estamos en un punto ahora en el que hay 30 estados que
han tenido proyectos de ley, introducido o incluso aprobado legislaciones y
regulaciones que clarifican la situación de la categoría”, me dijo Griffiths.
“Ellos reconocen que esto es un formato de juego que a millones de personas les
encanta jugar, así que asegurémonos de que opere de la manera correcta. Todos
estamos a bordo en ese aspecto”. (Esto claramente es todavía un reto, ya que un
día después de que Griffiths dijo eso, el fiscal general de Alabama ordenó a
las dos compañías que cesaran sus operaciones en su estado.)
Luego está el último inciso de esa lista de cosas por
hacer: una fusión. En los mercados tecnológicos, el ganador suele llevarse la
mayoría. Los usuarios tienden a preferir el estar en sitios donde están otros
usuarios, y no quieren tener que evaluar sus opciones. Dos iguales en una lucha
cuerpo a cuerpo y a largo plazo puede dañar a una categoría. Mire cómo le
resultó a los mercados en línea de trabajadores independientes. Dos compañías,
oDesk y Elance, pelearon una con la otra, agotando recursos. Finalmente, a
finales de 2013, las dos se fusionaron, formando Upwork, la cual parece estar
prosperando. Lo mismo pasó con Seamless y GrubHub. A FanDuel y DraftKings
probablemente les iría mejor si siguieran esa ruta.
Cuando hablamos, Griffiths no compró la idea. “Lo más
importante para nosotros no es crear este monolítico sitio de fantasía diaria”,
dijo él. Pero no dijo específicamente que una fusión nunca sucedería.
Así que ahora ya tienen los detalles y pueden hacer sus
propias predicciones. ¿Los sitios de fantasía diaria ganarán o perderán? Y si
hacen una apuesta en el resultado, ¿eso es un juego o es apostar?
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in
cooperation with Newsweek