Buika es una artista de muchos
ámbitos: Canta, escribe, produce, compone y vendrá a México. La española es
reconocida como una de las mejores voces y ha elevado el flamenco a nuevos
niveles, fusionándolo con jazz, pop, soul y ritmos africanos. Sus múltiples
raíces culturales han ayudado a que esto sea posible.
El título de su producción
discográfica es una frase con profundo significado para ella. “Vivir sin miedo
es una frase que es como un mantra para mí… En realidad no es posible, por lo
menos yo no siento que lo sea, porque el miedo es parte de todo, pero es lo que
quiero buscar. Cuando no tenemos miedo lo llamamos, está ahí, siempre va a
estar ahí, en un ruido en la cabeza. Escuchar las advertencias pero no tener
miedo, no querer sentirlo, luchar contra él. Que esos miedos no te dirijan.
Su
álbum contiene 10 canciones, entre ellas, un dueto con Jason Mraz. En este, una
vez más, surge el estilo multiétnico y de fusión musical que la han
caracterizado.
Su
faceta como autora le ha dado grandes alegrías. Su libro “A los que amaron a
mujeres difíciles y terminaron por soltarse” se desprende de una convicción de
que esto es verdad.
“Es
una frase poética y todas las mujeres y todos los hombres son difíciles, por
eso el mundo está como está. El humano es difícil. Todos somos hijos de mamás
difíciles, todos somos hijos de padres difíciles, todos somos hijos de personas
difíciles. ¿Que si yo soy una mujer difícil? Pues supongo que, como todos, a
ratos. Las cosas son difíciles, a ratos las personas somos difíciles, sí, ¿por
qué no?”, contesta.
México
la recibirá en abril para que promocione su libro y su disco, situación que la
llena de alegría y buenas experiencias; pese a eso, sí nota que México pasa por
una situación difícil en cuanto a violencia. Su mensaje es alentador para un
país que mira lleno de buenas personas y de cultura rica.
“México
no le trae malos recuerdos a nadie, a ningún visitante que haya estado y que
haya vivido desde el estómago, desde el placer de una buena conversación con
unos buenos tequilas”, exclama entre risas, “yo te digo que en México siempre
habrá más gente que cante más fuerte que lo que suenan las balas. Siempre. Ese
país tiene artistas tremendos, tiene gente divina, tiene unos poetas
maravillosos”.
El trabajo de Buika es ecléctico y
único, como su voz; aunque es española, es reconocida mundialmente y ha
colaborado con aristas como la mexicana Chabela Vargas. Su estilo, trabajo y
arte, es el resultado de sus influencias, experiencias y de un tipo particular
de movimiento demográfico. Ella, como su arte, es una fusión.
“Hay cosas que uno decide no
olvidar y que no son nada agradables de México, pero esos son sustos que nos ha
dado México a todo el mundo, no a uno o a otro, sino a todo el mundo, como pasa
en muchos lugares del planeta. México, como el resto del mundo, a veces nos da
noticias que no son agradables, pero, por regla general, es un país del que
sólo se saca buena música, buena comida, buena gente y buenos recuerdos”,
cuenta.
La
ganadora de un Grammy, nominada varias veces a esos premios, compositora de
siete discos y poseedora de varios discos de oro, no ha tenido una carrera
fácil, pues se ha enfrentado a la discriminación en su país por sus orígenes
afrocaribeños, aunque es algo que jamás la ha detenido. Con Pedro Almodóvar ha
colaborado en la banda sonora de La piel que habito,donde también
aparece y tiene éxitos en varios países.
Como
ella misma reconoce, la suya ha sido una
larga carrera cuesta arriba, para la que en sus inicios trabajaba como
imitadora de Tina Turner; sin embargo, no le parece que haya sido difícil.
“Yo
siempre que he cerrado los ojos y he cantado me he sentido en el cielo. Sería
una gran impostora si me centrara en las barreras y en las dificultades que he
enfrentado aquí en la tierra. No me parecen relevantes. No importan. Lo que
haya pasado, no importa. Cualquier sufrimiento, no importa.
“Yo,
cuando estoy con la tribu, ahí en el teatro, pasamos todas las barreras. No
importa lo que hayamos pasado para llegar hasta aquí. Lo que importa es que
estamos aquí ahora, juntos. Que no estamos solos y que nos juntamos para
cantarnos y para decirnos ‘hey, no estás solo, estoy aquí’. Eso, para mí, vale
todo el sufrimiento que yo haya podido tener para llegar hasta ahí”.
Estas
adversidades hacen que, cuando es clasificada como una de las mejores voces de
los últimos 50 años, sienta orgullo de lo que ha logrado y de su arte.
“Me
cae muy bien, ¡oye, qué alegría! [risas] ¡qué alegría más grande! Me parece una
cosa maravillosa que se hable así de uno. Y eso es una bendición. ¿Qué otros
premios esperas? En este mundo lo único que está en nuestras manos es el
tiempo, el tiempo es muy valioso. Cuando alguien decide parar su tiempo para
escucharte, para hablar contigo o para tener algo contigo te está regalando
algo que es mucho más valioso que el oro o que los premios o que el dinero. Yo
me siento tan bendecida cada vez que me decís estas cosas. Yo la verdad es que
me siento muy pequeñita“.
Y así,
con ese entusiasmo, su carrera sigue. Escribirá una nueva novela y seguirá con
las giras de promoción de su álbum. Con el orgullo que le provocan los premios
que ha obtenido, los seguidores que ha amasado y la actitud de sobreponerse a
las dificultades que la ha caracterizado.