¡Por fin!, exclamaron varios de los invitados a la inauguración del Hospital General (HG), cuya construcción inició en junio de 2009, dos años después de que fue colocada la primera piedra por el entonces secretario de Gobierno y ahora mandatario estatal Francisco Olvera.
En ese tenor versaban las pláticas de los asistentes, previamente acreditados, mientras caminaban al menos 500 metros, de la entrada del moderno nosocomio a la parte posterior, donde se llevó a cabo el acto protocolario, entre filtros de seguridad y arcos detectores de metales.
Desde temprana hora corporaciones policiacas de los tres niveles de gobierno, elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y del Estado Mayor Presidencial implementaron un operativo dentro del HG y sus inmediaciones, incluida la carretera federal México-Tuxpan.
Minutos después del mediodía el arribo de al menos cinco helicópteros advertía de la llegada del presidente de la república, Enrique Peña Nieto, quien llegó acompañado de los secretarios federales de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, Rosario Robles, y de Salud, José Narro, y el gobernador Francisco Olvera.
Tras los honores a cargo de la banda de guerra de la Sedena, durante más de 20 minutos, el presidente Peña Nieto saludó de mano a personal del sector Salud, funcionarios y representantes de distintos sectores, que no desaprovecharon la oportunidad de posar para la foto del recuerdo junto al mandatario.
En el templete, Olvera dio la bienvenida al ejecutivo y destacó la importancia del nuevo HG, en el que se invirtieron recursos por más de 800 millones de pesos para su construcción y equipamiento “en beneficio de al menos 650 mil pacientes” de la región Tulancingo, zona Otomí-Tepehua, Sierra norte de Puebla y Veracruz, Tlaxcala y Estado de México.
Tras los flashes y el despliegue de seguridad, el HG entrará en funciones a mediados de abril, una vez que se cumplan los tiempos para la desinfección del nosocomio, que contará con 90 camas censables y una plantilla de 600 trabajadores.