Si de algo está convencido Anthony Salcito, vicepresidente mundial de Educación del gigante Microsoft —la empresa de hardware y software fundada por Bill Gates en 1975—, es de una cosa: cuando se tienen altas expectativas y se provee a los estudiantes con herramientas y oportunidades para que puedan aprender, siempre superarán esas expectativas.
La historia que cuenta es de película de Hollywood y tiene mucho que ver con lo que él define como su pasión: ayudar a los chicos de zonas urbanas y vulnerables.
“Cuando era niño no creía que podría salir de El Bronx, era un ambiente muy difícil. Vengo de una familia de maestros, mi hermana y hermano aún enseñan y viven ahí. Pero yo era muy geek, así que empecé a trabajar con cosas relacionadas a la tecnología, y me interesó todo lo que tenía que ver con computadoras desde muy joven. Siempre fui alguien que hizo muchas cosas: trabajé en hospitales, hice varios internados durante la preparatoria y universidad, pero quería obtener un trabajo que me diera una mayor experiencia corporativa, porque quería ser director de arte. Así que empecé a trabajar en Microsoft mientras estudiaba”.
Salcito estuvo recientemente en México para asistir a BETT Latinoamérica, un simposio sobre tecnología y educación que reunió a más de setecientos líderes del sector educativo, y del que Microsoft es el principal patrocinador. Previo a su conferencia sobre cómo la tecnología está apoyando la transformación educativa, el secretario de Educación de México, Aurelio Nuño, pronunció la conferencia “Construyendo un mejor futuro: implementación de una gran reforma educativa en México”, en donde dio a conocer —como si tuviera todo el sexenio por delante, y aún más— sus siete prioridades: fortalecimiento de la escuela; investigación en infraestructura y equipamiento educativo; desarrollo de profesores docentes; revisión de planes y programas de estudio; equidad; vinculación entre ciencia y tecnología con el mercado laboral; y reforma administrativa de la SEP.
Quisimos, pues, saber los puntos de vista y los conceptos de Salcito, quien recibe a Newsweek en Español en un salón del Centro Banamex de la Ciudad de México. La efusividad de algunas respuestas quizá se deba al efecto “lost in translation”. O quién sabe. Lo cierto es que Salcito mantiene el blog dailyedventures.com, dedicado en buena medida a presentar semblanzas de profesores destacados de todo el mundo.
—¿Cuál es su opinión sobre México desde una perspectiva educativa?
—Siento que hay una tremenda energía por parte de los alumnos y de los maestros en las escuelas que he visitado, y me siento muy entusiasmado por la agenda de reformas propuesta por la Secretaría de Educación. La necesidad de un cambio es real en todo México. Se deben superar los problemas que dan pie a la desigualdad, así como proveer acceso a internet de una manera más amplia a escuelas y hogares. Propongo que nos preguntemos lo siguiente: ¿tenemos el motor correcto para el crecimiento económico? ¿Nuestros estudiantes maximizan su potencial? Si la respuesta es afirmativa en ambos casos, entonces es que tenemos un sano e increíble sistema de educación.
—¿De qué hablamos cuando hablamos de educación?
—Soy embajador experto en las necesidades de los maestros y estudiantes. Los apoyo y celebro, ya que tengo la oportunidad de viajar y visitar escuelas alrededor del mundo. Tengo una perspectiva única para ver lo que sucede, y eso me motiva a trabajar en los cambios necesarios que necesitamos en Microsoft, y poder brindar un mejor soporte a los esfuerzos que realizan las escuelas y educadores. Cuando hablo de educación, mi verdadera meta es compartir las lecciones aprendidas en diversas partes del mundo, analizar desde una perspectiva lo que he podido. Esta es una de las razones por las que tengo un blog: necesitamos felicitar a esta gente, premiar a los maestros, darle el mayor reconocimiento y apoyo a las prácticas diarias, ya que hay demasiada negatividad y pesimismo durante el proceso y se requiere un cambio. Tenemos que aprovechar la oportunidad y el optimismo que hay alrededor de lo que es posible.
—¿Cuáles son los valores que sustentan el concepto de educación? ¿Por qué para Microsoft es importante tener este departamento?
—La misión de la compañía es impulsar a las personas y organizaciones para que puedan lograr más. Esto no sólo debería ser nuestra misión, sino que debería ser la misión de cada educador y de cada escuela: ayudar a los estudiantes a lograr más. Así que tenemos que proveer el motor para que ese cambio se realice. Trabajamos duro para poder escuchar a la comunidad.
—¿Hacia dónde va la educación? ¿Educar para qué?
—Esta es la pregunta más importante que necesitamos responder. La tecnología es genial, pero la gente es mejor, así que es crucial entender cómo habilitamos a todos los estudiantes a seguir su camino en el aprendizaje. La pregunta que nos deberíamos hacer es: ¿qué es lo que la tecnología nos permite lograr y cómo podríamos hacerlo de manera diferente? Tal vez nos puede motivar darnos el acceso a contenidos que no podíamos tener antes; tal vez la podemos usar para colaborar en un proyecto con estudiantes fuera de México. En muchos casos necesitamos entender ese proceso de transformación en las escuelas y cómo dicho proceso va a suceder. Dentro de este proceso, la tecnología va a jugar un papel muy importante.
Metodológicamente hablando, Salcito menciona cuatro etapas previas antes de la implementación tecnológica en las escuelas.
“La primera etapa de este trabajo es la introspección, y tenemos que preguntarnos qué estamos intentando hacer, cuáles son las metas, para quién estamos haciendo esto y cuáles son sus necesidades. La siguiente etapa es la investigación, y compartir los ejemplos de los cuales podemos aprender, a partir de qué prácticas podemos construir, analizar los aspectos que podemos aprovechar. La tercera etapa es la inclusión, donde podemos recibir retroalimentación por parte de educadores, padres de familia y estudiantes acerca de lo que funcionó en las etapas anteriores, y analizar las necesidades que surgen a partir de estas. Viene entonces la etapa de la innovación, en la cual nos preguntamos qué es lo que podemos hacer. En la quinta etapa (implementación) se recolectan puntos destacados acerca de lo que está pasando: datos, retroalimentaciones, para continuar trabajando”.
Sobre este respecto, Salcito abunda:
“Uno de los problemas en las escuelas es que normalmente comienzan con la quinta fase. Compran dispositivos y los instalan en las escuelas, y después esperan simplemente resolver sobre la marcha todo lo demás. Lo que tenemos que hacer es dirigir esa transformación con los elementos ya mencionados, pero desde el principio; y después pensar cómo es que la tecnología puede trazar nuestro camino para continuar el proceso. La tecnología forma parte del paisaje de la educación, ya que cambia la manera en la que todos aprendemos, y al estar presente en los empleos de las personas cambian también los requerimientos para la fuerza de trabajo. En Microsoft es importante impulsar esa tecnología y ofrecer oportunidades que ayuden a los maestros y a las escuelas a tener una transformación, no sólo usando la tecnología de manera automática, sino también aprendiendo a crear nuevos ambientes de aprendizaje”.
—Parte de su trabajo es investigar cómo funciona la educación en distintos países…
—Debemos entender la dinámica del cambio, tenemos que ver cómo la gente está aprendiendo, cómo mantienen a los estudiantes motivados para lograr más, cómo nuestro enfoque logrará un impacto. También debemos entender cómo son las dinámicas en otras partes del mundo y asegurarnos de tener programas y recursos para cubrir las necesidades de cada lugar. Hemos encontrados situaciones comunes en muchas partes del mundo, las mismas situaciones problemáticas, las mismas necesidades, los mismos retos. Los padres en México quieren lo mismo para sus hijos que los padres en Rusia.
—¿Cuáles de sus programas de educación están teniendo mayor impacto?
–Todo empezó con Partners in Learning: con este programa entrenamos a más de 11 millones de maestros por todo el mundo. Les hemos provisto Office 365 de manera gratuita. Asimismo, herramientas más nuevas como Sway y OneNote se han usado en salones para fomentar la colaboración. Otro ejemplo es Minecraft, que también ha generado increíbles experiencias, ya que en las escuelas han utilizado este juego para el aprendizaje, detonando una gran energía y una emoción. Si nos ponemos a analizar el legado de Microsoft, a principios de la década de 1990 empezamos a reinventar la productividad de las computadoras con Office. Después nos hemos movido a otro paradigma con Office en la nube y Office 365, y hoy estamos volviendo a pensar en la productividad para el aprendizaje. Productos como OneNote, Sway, Minecraft y Skype ya tienen otras visiones de productividad y aprendizaje holístico, tanto dentro como fuera del salón de clases.
—¿La productividad es un concepto clave para ustedes?
—Claro, nosotros construimos herramientas para ayudar a los educadores y a los alumnos para generar nuevas cosas, compartir ideas, expresarse. Y el resultado de todo eso es a lo que yo llamo productividad.