“Refugiados en nuestras puertas” es el título de
una publicación de la reportera Sonia Nazario en el periódico estadounidense
The New York Times. El reportaje – que acusa al gobierno mexicano de impedir el
paso de migrantes centro y sudamericanos a Estados Unidos- cuenta la historia de July
Elizabeth Pérez, de 32 años, quien lleva meses intentando llegar a Estados
Unidos a través de México. Como ella, miles de familias intentan lo mismo cada
año y mueren en el intento.
Ahora los centros para refugiados, como el albergue
del padre Alejandro Solalinde, Hermanos en el Camino, han dejado de ser lugares
a los que los migrantes pasan por un poco de agua y comida y se han convertido
en campos para refugiados “en los que cientos de personas pasan meses,
esperando obtener una visa o asilo del gobierno mexicano”.
“Desde Julio de 2014 México ha redirigido de 300 a
600 agentes migratorios a los estados del sur del país, y ha conducido más de
20mil búsquedas en los trenes, camiones, hoteles y carreteras que normalmente
utilizan los migrantes”, cuenta el reportaje que este domingo apareció en la
sección de editoriales y columnas del NYT.
Además se habla de que México ha detenido a más de
92 mil centroamericanos en el último año, un número mayor al de Estados Unidos.
El Instituto de Políticas para Migrantes de Estados Unidos estima que para este
año las detenciones a migrantes crezcan un 70 por ciento en México, mientras
que las del país vecino disminuirían un cincuenta por ciento.
En el último año la política de México en cuanto a
migrantes ha sido la de deportarlos, incluso a los 18,310 menores que fueron
detenidos en el 2014. “Nadie sabe el número exacto de deportados que sobrevive
al regresar a su país, pero la socióloga Elizabeth G. Kennedy reporta que al
menos 90 migrantes deportados por Estados Unidos en los últimos 21 meses fueron
asesinados. Ella afirma que el verdadero número es mucho más alto”, lee el
reportaje que muestra fotografías de menores que han sido atacados por bandas
de narcotraficantes en sus países y que huyen hacía Estados Unidos con la única
esperanza de sobrevivir.
Al inicio de su mandato el presidente Enrique Peña
Nieto anunció el plan Frontera Sur, que “protegería los derechos humanos de los
migrantes mientras cruzan por México”. El reportaje demuestra que lo contrario
ha pasado pues mientras el gobierno vigila se han recatado a 72 mil migrantes
que cuentan haber sido torturados, esclavizados y en muchas ocasiones
prostituidos antes de ser rescatados.
“Las acciones del gobierno han sido interpretadas
como una cacería de migrantes que se han convertido en presas de criminales y
policías que los roban, violan, golpean y matan”, cuenta Nazario que conoció a
estos migrantes en uno de los albergues del sur de la frontera.
La situación hace que cada vez sea más difícil para
los migrantes cruzar por el país, y ahora hay quienes tienen que cruzar caminando
y de noche, poniendo en riesgo sus vidas y las de sus familiares. Ya no es
fácil conseguir permiso del gobierno para atravesar el país y tampoco pueden
confiar en la policía. Los migrantes huyen de la violencia en sus países y se
encuentran con violencia similar en México.
Al finalizar el reportaje Nazario se pregunta si
Estados Unidos debiera dar un paso firme y convertirse en un líder moral para
estos refugiados.
(Con información del NYT)